El Gobierno italiano rechaza el plan de Fiat y pide mantener las fábricas
El Gobierno italiano no acepta en su integridad el plan industrial de la Fiat, que implica un recorte de plantilla y es partidario de que todas las fábricas de la compañía de mantengan abiertas, incluida la de Termini Imerese, en Sicilia.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, ha comunicado esta posición al presidente de Fiat, Paolo Fresco, durante un encuentro de más de tres horas y media mantenido en la residencia privada del gobernante, en las cercanías de Milán.
El Ejecutivo creará una mesa de trabajo que antes de que termine octubre fijará medidas que "den valor" a la empresa, en especial al sector del automóvil de turismo y siempre que sean aceptable como "soluciones de mercado", con una mejora del plan de la empresa.
"El Gobierno está explorando varias hipótesis de reforzamiento estratégico del sector del auto. Todas las opciones consideradas son soluciones de mercado, dirigidas a dar valor y desarrollar el plan tecnológico, de hombre y de experiencia de la industria italiana del sector", según un comunicado de la Presidencia del Gobierno.
De esta manera, el Ejecutivo italiano gana tiempo a la hora de plantear posibles medidas, después de que en los últimos tiempos se hayan planteado algunas como favorecer desgravaciones fiscales o entrar en una ampliación de capital a través de una sociedad estatal, ya que las ayudas directas están prohibidas por la Unión Europea.