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Relaciones laborales
Tribuna
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El convenio colectivo, en un nuevo contexto

La contratación colectiva ha constituido la expresión más transparente y dinámica de la realidad laboral. A través de su estudio han podido apreciarse quiénes negocian, cuál es la materia sobre la que negocian y para quiénes se negocia. Se llega a constatar así los sujetos representativos en la unidad negociadora, las materias de interés relevante sobre los que existe consenso y la población profesional afectada. Todo durante el tiempo de vigencia del convenio. El convenio colectivo ha sido y es un instrumento para la innovación de las relaciones laborales, una herramienta de distribución de derechos y deberes y un utensilio para la programación económica.

Hoy, la condición de la empresa como operador económico fundamental le hace asumir de manera dinámica las alteraciones de todo tipo que se den en su entorno. Los centros de trabajo son escenarios de la innovación, tanto organizativa como tecnológica, y asumen la exigencia que permite el mantenimiento de la propia organización y las modificaciones en los procesos de fabricación. La incorporación de nuevos instrumentos y técnicas de producción y la consecuente alteración de los métodos de trabajo determinan una modificación de la gestión de la mano de obra. La descentralización de la negociación se convierte pues en uno de los caminos seguidos ante el hecho de que la fijación de condiciones de trabajo en el nivel de rama industrial resulta notoriamente rígida. Sobre todo cuando las transformaciones de la organización del trabajo quieran realizarse por vía de la negociación.

No obstante, no siempre resulta conveniente una descentralización de la negociación, y ello ocurre en el momento que no son significativas las diferencias tecnológicas y productivas entre las empresas, así como cuando existe un genérico rechazo ante el riesgo de asumir la descentralización. Ante tal situación caben otras medidas.

La proliferación de pequeñas unidades de producción, frente a la existencia de grandes empresas, orienta a una distinta consideración del nivel oportuno de negociación. Sin embargo, la dimensión empresarial, si sólo se valora desde la perspectiva del volumen de población laboral con que cuenta, no constituye un dato muy relevante, siéndolo, por el contrario, su capacidad de producción.

Nivel de negociación

A veces, empresas con reducido número de trabajadores tienen un elevado nivel de producción, ya que sin ser intensivos en mano de obra lo son en tecnología. Variable tecnológica y variable poblacional son pues elementos ciertos a considerar cuando se trata de elegir el nivel apropiado de negociación.

El convenio de empresa viene a ocupar una posición prevalente en las unidades de producción reducidas, con alta capacitación profesional, intensivas tecnológicamente, con alto valor añadido y necesitadas de una elevada y dinámica capacidad de adaptación al mercado.

Grupos de intereses como los sindicatos, centralmente organizados y con control sobre sus afiliados, tienden a proceder unitaria y jerárquicamente, proyectando tales prácticas a la negociación colectiva. Incluso cuando la organización se distingue por vertebrarse en unidades territoriales multisectoriales su actuación resulta ser unitaria. Razones que permiten un alto poder contractual en negociaciones centralizadas o descentralizadas, siempre y cuando no lleguen al nivel de empresa, donde su poder se reduce.

Por contra, las asociaciones patronales tienen frágil centralización organizativa y escaso control sobre los afiliados. Al participar en negociaciones descentralizadas suelen mostrar su debilidad, realizando políticas escasamente unificadas y cohesivas, situación que se invierte con una negociación centralizada.

Lo expuesto con anterioridad acredita como la organización, y las formas de actuación de los sujetos colectivos, pueden intensificar tanto la influencia como el poder contractual en determinados espacios, determinando ello la elección de uno u otro nivel contractual. Situaciones todas ellas que conviene valorar si lo que se trata es de modernizar nuestro sistema de relaciones laborales.

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