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Oferta

Flex comprará el 17% de su capital a los accionistas por 30 millones

Los accionistas del grupo Flex tendrán por fin una recompensa a tantos años de sacrificios derivados de la escasa o nula rentabilidad de la compañía.

El líder español en la fabricación y venta de equipos de descanso ha optado por invertir 30 millones de su tesorería en una oferta a sus accionistas de compra de acciones propias. La oferta en vigor, desde el pasado 16 de septiembre, se extiende sobre un poco más de un millón de acciones a un precio por título de 29,97 euros.

Fuentes oficiales de la compañía aseguran que en ningún caso la operación cabe interpretarla como la compra a un accionista minoritario interesado en abandonar el capital de Flex. 'Se trata únicamente de una restitución de aportaciones a la totalidad de los accionistas', explican.

Todos los accionistas de la compañía que quieran vender sus acciones tendrán la oportunidad de hacerlo. En el caso de que la oferta de venta sea superior al millón de acciones fijado en la oferta, cada uno de los accionistas venderá acciones en relación a su porcentaje de capital.

Reservas

La compañía tiene la intención de amortizar las acciones que adquiera. Y lo hará con cargo a las reservas de libre disposición.

La operación permite deducir que el consejo, al ofrecer casi 30 euros por acción, ha realizado una valoración de la compañía de unos 180 millones de euros. Si bien las fuentes oficiales del grupo insisten en que el precio ofertado por las acciones no pretende ser una imagen fiel de la valoración que tendría en el mercado, 'al ser únicamente una vía de retribución a los accionistas y nada más'.

La oferta de compra la realiza la sociedad Fábricas Lucía Antonio Beteré, holding del que cuelgan las participaciones en todas las empresas que componen el grupo Flex.

A pesar de que la familia Beteré controla tanto la mayoría del capital de Flex y su consejo de administración, el principal accionista individual de la empresa es el grupo inmobiliario aragonés Nozar. Una empresa familiar que a principios de este mismo año se hizo con el 12% de la sociedad, aprovechando la salida de varios minoritarios, con la opción de llegar hasta el 20%. Nozar, que además de accionista es socio de la división inmobiliaria del grupo Flex, tiene dos puestos en el consejo de la compañía. Ni Nozar ni Flex desvelaron entonces el precio al que se cerró esta transacción. El grupo Flex está saliendo de una profunda crisis. Las luchas internas de accionistas de hace unos años y unos graves errores de gestión en 2000 provocaron que la empresa entrara en números rojos. En 2001 recuperó la senda de los beneficios y en 2002 se ha embarcado en un proceso de reestructuración industrial que prevé el cierre de dos plantas.

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