El déficit francés aumentó en casi 10.000 millones de enero a agosto
El déficit público francés aumentó en casi 10.000 millones de euros entre enero y agosto pasados, ya que en ese periodo se elevó a 47.780 millones de euros, frente a los 37.880 millones en los primeros ocho meses de 2001, según los datos hechos públicos hoy por el ministerio de Economía y Finanzas. La divulgación de estas cifras llega horas después de que Francia bloqueara en Luxemburgo un acuerdo entre los ministros de Finanzas de la zona euro para la reducción anual del déficit en cinco décimas del Producto Interior Bruto (PIB) desde el año próximo.
En los ocho primeros meses del año, los gastos del presupuesto crecieron un 3,4% respecto al mismo periodo del año precedente a 180.130 millones de euros, mientras que los ingresos bajaron un 1,6%, a 148.450 millones de euros.
Los gastos que más crecieron fueron los militares (13,9%) y los civiles (9,6%), mientras que tuvieron una subida más moderada los gastos corrientes de la Administración (0,8%), señaló el departamento de Economía, que advirtió que los sociales aumentarán en los próximos meses porque hasta agosto no integraban las nuevas partidas aprobadas en verano en la ley de rectificación de los presupuestos.
El Gobierno francés, que calcula que el déficit este año será del 2,6% del PIB, ha elaborado un proyecto de ley de presupuestos para 2003 en el que se prevé el mantenimiento de esa misma cifra, y no espera alcanzar el "déficit cero" al menos hasta 2006, y siempre que se cumplan las hipótesis optimistas de crecimiento.
El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, aseguró ayer que no toma "a la ligera" el mensaje de la Comisión Europea sobre la necesidad de reducción del déficit y el ritmo marcado, pero apostilló que tiene que gestionar el desvío presupuestario que le ha dejado el anterior Gobierno. Raffarin afirmó que hará todo lo posible para poner las cuentas públicas "en el buen camino", pero matizó que no puede "corregir en cinco meses cinco años de deriva financiera". También añadió que Francia no es "el peor alumno de la clase", sin citar ningún otro país, y dio por descontado que "hay que hacer esfuerzos para reducir nuestro déficit".