Esencial Mediterráneo, por lo natural
Una filosofía puede convertirse en una buena estrategia de mercado. Lo ha demostrado Esencial Mediterráneo, que en 15 años de existencia cuenta con 57 tiendas en España y en el extranjero y con un volumen de negocio que alcanza los 7,2 millones de euros. El doble de lo que facturó en 1996.
Su fundadora, Magda Llurba, es amante de lo natural y de todo lo que rodee al mar Mediterráneo. Todo empezó con un viaje en el año 1986. Se dio cuenta de que no había una firma española que ofreciera productos naturales para el cuidado del cuerpo. 'Viajando descubrí el campo de la cosmética natural y vi que en España la oferta era escasa y que encajaba perfectamente con mis inquietudes ecológicas', explica Magda.
Así que, con el compromiso de respetar el equilibrio ecológico y con un capital de aproximadamente 360.607 euros, Magda, Yolanda Linás y Dolores Fresco se pusieron manos a la obra para comercializar productos naturales para el cuidado de la piel y el cabello.
Poco después, Magda afrontaría el negocio en solitario y en 1991 decidió expandirse con el sistema de franquicias.
El motivo para elegir la franquicia fue, según explica Magda, 'porque comprobamos que el producto tiene mejor acogida ofreciéndolo en tiendas monomarca. El cliente recibe un trato más especializado y personal, ya que el conocimiento del producto es mayor y se aconseja con más profundidad'.
La primera, en la Rambla
En 1986 se abrió la primera tienda de Esencial Mediterráneo en la Rambla Cataluña de Barcelona.
Los comienzos no resultaron fáciles pero poco a poco fueron conquistando mercado hasta que en 1991 comienza la expansión de la firma.
En la actualidad es una de la principales marcas de cosméticos naturales. Frente a la excesiva oferta que existe en el sector de la cosmética, Esencia Mediterráneo optó por tiendas especializadas exclusivamente en la marca, que posibilitan un mercado potencial que confía plenamente en ese producto y no en otro. De esta manera es más fácil conseguir una mayor fidelización de los consumidores.
Esencial Mediterráneo intenta transmitir una imagen atractiva y natural para diferenciarse de los comercios tradicionales multimarca. Ofrece a sus clientes un ambiente relajado y acogedor. Sus establecimientos se caracterizan por las fragancias que desprenden los productos y la combinación de colores que recuerdan el origen mediterráneo de la marca.
Los españoles usamos cada vez más productos cosméticos naturales. Una circunstancia que Esencial Mediterráneo ha aprovechado, sobre todo en la última década, para posicionarse en el sector.
Fórmulas que funcionaban en la antigüedad
La primera gama de productos Esencial Mediterráneo, que aún se mantiene en el mercado, se basa en fórmulas antiguas que se estudiaron y mejoraron. 'De este modo, alcanzamos las prestaciones que hoy en día se exigen, garantizando que son fórmulas realmente eficaces, pues ya funcionaban en la antigüedad', explica la fundadora de la firma, Magda Llurba.
Si analizamos los productos de Esencial Mediterráneo, comprobamos que cada uno tiene una historia. Por ejemplo, el jabón de mirto. Magda descubrió en los libros que los fenicios lo utilizaban cuando volvían de las guerras para depurar su cuerpo y las heridas. Investigando sobre las propiedades del mirto, vio que era un gran cicatrizante y suavizante de la piel, así que elaboró una gama de productos para la piel del bebé. Una vez que tuvo productos probados y testados, se constituyó la sociedad Compañía Barcelonesa de Iniciativas, que según Magda, es la madre de Esencial Mediterráneo.