Las diferencias políticas aplazan la construcción del AVE Madrid-Lisboa
España tenía ya decidido que la línea saldría de Madrid en dirección a Cáceres y continuaría hasta Badajoz, donde cruzaría la línea divisoria de ambos países en dirección a Lisboa. Pero Portugal se niega a que vaya tan al sur y prefiere una línea por el norte de la provincia de Cáceres que enlace con la línea Lisboa-Oporto en un punto intermedio, para asegurar el mismo tiempo de viaje en los trayectos de Madrid con Lisboa y Oporto.
Ante la falta de entendimiento, los dos Gobiernos decidieron ayer encargar informes de consultoras independientes para escoger el mejor trazado desde el punto de vista de la financiación, del desarrollo de las regiones y de la operativa ferroviaria.
Sobre los plazos, José María Aznar afirmó que no le preocupa hacerlo pronto, sino acertar con el trazado. 'Por parte portuguesa no tenemos ninguna urgencia', afirmó poco después José Manuel Durao. 'Nuestra prioridad es la línea Lisboa-Oporto', añadió. Durao justificó la elección de un trazado que no llegue en menos tiempo a Lisboa que a Oporto por la necesidad de preservar el equilibrio territorial interno y que no aumente la ya excesiva centralización en Lisboa. 'No aceptaré decisiones que puedan concentrar aún más esta organización', concluyó.
Por otro lado, la cumbre hispano-portuguesa, calificada como 'muy satisfactoria' por ambas partes, dio como resultado un calendario para la puesta en marcha del mercado ibérico de la electricidad, que se iniciará en el primer semestre de 2003 y culminará en 2006. El primer ministro portugués se mostró partidario de extender esta iniciativa española a otros países. 'Estoy a favor de la liberalización en Europa, donde tenemos un problema muy grave', afirmó. En parecidos términos se pronunció José María Aznar, al decir que lo que necesita Europa, más que una revisión del Pacto de Estabilidad, 'es un buen calendario de reformas y liberalizaciones'.