El consumo privado sigue sin recuperarse, según el Banco de España
El Banco de España ha confirmado en su boletín económico correspondiente al mes de septiembre, que la demanda de consumo privado no ha mejorado y apunta que los indicadores de confianza han alcanzado niveles muy bajos, ya que el empeoramiento percibido en la situación económica y en la de los hogares se está trasladando a las expectativas para los próximos meses. Los indicadores de gasto, no obstante, muestran mayor sostenimiento, excepto la matriculación de automóviles.
Según el Boletín, los últimos datos sobre la actividad industrial, en cambio, prevén una situación algo más favorable, después de que la recuperación que se atisbaba a principios de 2002 no llegara a consolidarse en el segundo trimestre.
En cuanto al mercado laboral, el organismo emisor indica que los datos disponibles señalan un crecimiento estable del empleo para el tercer trimestre. También constata la desaceleración de los salarios, aunque advierte que en los datos de negociación colectiva no se incluyen los efectos de las cláusulas de salvaguarda por la desviación de la inflación.
Sobre la inflación, precisamente, afirmó que la aceleración del mes de agosto se debió al encarecimiento de los precios de la energía, mientras los componentes más estables contuvieron su crecimiento.
Mejores créditos
Por otro lado, el Banco de España manifiesta en su informe que las condiciones monetarias y crediticias en España continúan siendo más holgadas que las del resto de la zona euro.
Respecto a los mercados bursátiles, certifica que se encuentran inmersos en un escenario de elevada volatilidad, subrayando que la trayectoria negativa viene condicionada por la incertidumbre respecto a la intensidad de la recuperación de la economía mundial y por el clima prebélico en torno a Irak.
Empresas no financieras
El resultado neto de las empresas no financieras, se redujo un 47,6% en el primer semestre del año, lo que contrasta con la disminución del 6% registrada en el mismo período de 2001.
Este retroceso se debe a que algunas grandes empresas han tenido que dotar provisiones para hacer frente a importantes minusvalías y gastos extraordinarios, como consecuencia de las inversiones realizadas en Latinoamérica y en Europa.
En el Viejo Continente, la principal causa de estas dotaciones se enmarca en el ámbito de las reestructuraciones llevadas a cabo por las grandes compañías de telecomunicaciones sobre la telefonía móvil de tercera generación (UMTS).
Por su parte, el resultado bruto de explotación creció entre enero y junio un 0,7% -frente al aumento del 3,3% en la primera mitad de 2001- en consonancia con la desaceleración de la actividad productiva.
No obstante, la caída de casi un 10 % en los gastos financieros debida a la bajada de los tipos de interés permitió que el resultado ordinario neto aumentara hasta junio un 3,5%, en contraste con la subida del 7,7% en el primer semestre del ejercicio precedente.
Por lo que respecta a la actividad productiva de las empresas españolas, la Central de Balances explica que creció en el primer semestre a un ritmo muy moderado, con un aumento del 1,8% en el valor añadido bruto, que contrasta con el incremento del 4,2% en la primera mitad del año anterior.
En el lado positivo, el Banco de España destaca que, pese al debilitamiento de la actividad, la evolución más reciente de las empresas industriales y la rentabilidad, y la situación patrimonial saneada permiten a las empresas españolas afrontar en buenas condiciones una futura recuperación.