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País Vasco

Bilore extiende el plan de ajuste de empleo a su fábrica de Córdoba

El recorte de empleo continúa en Bilore, que ya ha despedido a 48 trabajadores del centro de Zaldibia, el 17,1% de una plantilla que estaba integrada por 280 personas. Representantes de este colectivo preparan un recurso contra ese recorte laboral al considerarlo discriminatorio, puesto que 31 de los 48 despedidos son de CC OO.

Con anterioridad, Bilore había presentado un expediente de rescisión de 28 contratos, y en este caso afectaba a 24 personas integradas en el citado sindicato. Por esta circunstancia, un juzgado de San Sebastián anuló el expediente, en una sentencia que luego no fue recurrida por la empresa.

Tras estas medidas laborales en Zaldibia, ahora parece que le toca el turno a otra de las fábricas del grupo, a la planta de Lucena (Córdoba), donde los gestores de Bilore preparan un expediente de regulación de empleo para toda la plantilla, por lo que los 50 trabajadores de las instalaciones andaluzas irán de forma rotatoria al desempleo. Pero es un expediente sin extinción de empleo. Bilore cuenta con un tercer centro, ubicado en Francia, que aporta gran parte de la producción del grupo.

Ampliación de capital

La empresa vasca ha convocado a sus accionistas a una junta extraordinaria, a celebrar a finales de este mes en Zaldibia. En el orden del día de la reunión, el punto más destacado es una propuesta de ampliación de capital, con la posibilidad de realizarla en parte con cargo a reservas. La última vez que se propuso una ampliación de capital fue para dar entrada como accionista al grupo alemán Luhns, que finalmente descartó la inversión. En aquella ocasión, la inyección de fondos, de seis millones de euros, quedó en suspenso. Con esa cantidad, Luhns hubiera adquirido el 51% de Bilore. Ahora, la nueva ampliación pudiera responder a un fortalecimiento del balance, según fuentes próximas a la empresa. La junta también examinará el nombramiento de un consejero.

El capital de Bilore está controlado por las familias de los fundadores, que crearon la empresa hace más de 100 años. También participa el Gobierno vasco con un 16% a través de su fondo de capital riesgo Ezten, mientras que los trabajadores aglutinan en torno a un 10%. Estas participaciones podrían registrar variaciones si la ampliación de capital se realiza y los accionistas no la cubren en la proporción que les corresponde a su participación.

En 2001, el fabricante de detergentes perdió más de cuatro millones de euros. Uno de sus principales mercados es el de las marcas blancas, y también exporta a Latinoamérica. El año pasado culminó un plan de inversiones en instalaciones que durante el periodo 1998-2001 supuso un desembolso de más de 10 millones.

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