El Gobierno calcula que el aumento salarial será del 2,6% el próximo año
La Seguridad Social ingresará el próximo año 77.102,53 millones de euros y tiene previsto gastar 73.193,60 millones, con lo que el superávit estimado del sistema será de 3.908,97 millones de euros. Este presupuesto se ha elaborado con unas previsiones muy moderadas de crecimiento del número de cotizantes y de aumento de los salarios (base media de cotización).
En concreto, la Secretaría de Estado de la Seguridad Social maneja una previsión de crecimiento del número de cotizantes de tan sólo el 1,94% (el último dato interanual de afiliación reflejaba un aumento del 3,8%) y de aumento de las bases de cotización del 2,61%, con lo que la base media de cotización del Régimen General (que agrupa a ocho de cada diez cotizantes al sistema) se situará en 1.247,04 euros al mes, según los presupuestos de este departamento.
Esto refleja que el Gobierno estima que los salarios registrarán subidas muy moderadas en 2003. Esta confianza, no obstante, aún no está respaldada por la renovación del Acuerdo de Negociación Colectiva para 2003, por parte de patronal y sindicatos, que sería el que garantizaría dicha moderación retributiva. Ambas partes se reunirán el próximo día 7 de octubre para iniciar las negociaciones para la renovación de este acuerdo.
Si este pacto de salarios no se renovara y las retribuciones crecieran más de lo estimado, las bases medias de cotización también aumentarían e incrementarían los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social. Algo que también ocurriría si el empleo fuera mejor de lo esperado.
Pero sin ponerse en este escenario, los cálculos moderados del Gobierno aún prevén el superávit citado de 3.908,97 millones de euros. Si bien en teoría, los excedentes del segmento estrictamente contributivo (ingresos por cotizaciones sociales menos el gasto en pensiones contributivas) serían mucho mayores si se sacara del capítulo de gastos los 3.525,79 millones de euros de ingresos por cotizaciones que se emplean en pagar los complementos a mínimos (ayudas a los trabajadores que no han cotizado bastante para obtener la pensión mínima). El grosor de estos complementos se abona actualmente con ingresos de las cotizaciones, pese a que el Pacto de Toledo admite que se trata de un gasto no contributivo que debe pagarse vía impuestos. En abril de 2001, Gobierno, patronal y CC OO firmaron un Acuerdo de Pensiones que fijaba un máximo de 12 años para que estos complementos se paguen con impuestos. En 2003 el Estado duplicará su aportación a estos complementos, hasta los 606,35 millones de euros.
Así, en un ejercicio teórico, si los mínimos se pagaran con impuestos, el superávit de la Seguridad Social, ascendería el próximo año 7.434,76 millones de euros. Estos excedentes -que en la práctica están destinados a pagar el complemento por mínimos- son el argumento histórico de la patronal para exigir una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales.
Si se analiza el saldo entre los ingresos por cotizaciones y los gastos en pensiones contributivas según los distintos regímenes de la Seguridad Social, se observa que, un año más, en 2003 habrá cuatro regímenes deficitarios (gastan en pensiones más de lo que ingresan sus cotizantes). El Régimen Agrario encabeza la lista con un déficit previsto de casi 7.000 millones (ver tabla), si bien esto se compensará con los superávit del Régimen General, de autónomos y de trabajadores del mar.