Marruecos impide el voto a sus emigrantes en España
Los más de dos millones de marroquíes que viven fuera de su país no podrán ejercer su derecho al voto en las elecciones generales que hoy se celebran en Marruecos. En España residen cerca de 275.000, de los que aproximadamente 200.000 superan la edad a partir de la cual se puede votar en Marruecos, 20 años.
Fuentes del Ministerio de Interior de Marruecos, que accedieron ayer a hablar con este periódico, aseguran que la decisión de impedir el voto a los emigrantes se basa en una cuestión 'de credibilidad'.
En un clima de desconfianza en torno al proceso, 'queremos ofrecer todas las garantías posibles de que los resultados reflejan la voluntad de los marroquíes', comentan. Según estas fuentes, el voto que no se emite en persona puede despertar desconfianza entre el electorado y los candidatos a la hora del recuento de los votos. 'El objetivo principal es la credibilidad, aunque para ello tengamos que hacer concesiones', insisten.
Mustafá El Mrabet, presidente de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España (Atime), tiene otra visión de los hechos. 'No creemos que la razón por la que no podemos votar sea económica o técnica', dice. El Gobierno marroquí 'teme la abstención del voto emigrante', afirma. Según el presidente de Atime, la abstención va a ser definitiva para el éxito de las elecciones: un porcentaje importante de votos en blanco restaría legitimidad al proceso. 'Y los que vivimos en democracias occidentales no nos vemos reflejados en la democracia marroquí. Sabemos cómo funcionan las instituciones y los Gobiernos aquí y queremos que Marruecos siga el mismo camino', explica.
El Mrabet considera que en Marruecos los políticos se mueven más por interés personal que por ideología a la hora de representar a un partido u otro. 'Llama la atención que un político que lucha por estar en la candidatura de un partido se pasa a otro cualquiera cuando no lo consigue', comenta. 'Hay populismo, tanto en la izquierda como en la derecha. Y también hay un populismo islamista. No existe el concepto occidental de partido político', lamenta. El Mrabet señala también que durante la campaña electoral 'no se han presentado programas económicos claros. No se habla de presupuestos, de déficit...'.
El rey Mohamed VI y el partido gobernante, el socialista, han insistido en que éstas deben ser las primeras elecciones libres y limpias de Marruecos. Las últimas, celebradas hace cuatro años y medio, han sido tachadas de fraudulentas por la mayoría de políticos marroquíes.
Las elecciones coinciden con una crisis diplomática abierta entre Rabat y Madrid agravada por los sucesos de este verano en el islote de Perejil. El lunes, el Ejecutivo marroquí canceló una entrevista que iban a mantener los titulares de Asuntos Exteriores de los dos Gobiernos.