Nuevo retroceso de la confianza de consumidor estadounidense en septiembre
Índice de confianza del consumidor de Estados Unidos en agosto: 93.3 ; previsión: 93,6 ; anterior: 94,5 (R).
El índice de confianza del consumidor anota un nuevo descenso en septiembre, de algo más de un punto hasta referencias de 93,3, mínimo desde octubre de 1994. Siguiendo la pauta de los meses anteriores, el componente de condiciones actuales lidera la caída, al retroceder casi cinco puntos hasta niveles de 88,5. A pesar de las señales de reactivación en el mercado laboral, reflejadas en el último informe de empleo, la percepción por parte de los agentes de un estancamiento del mismo, y el impacto que ello podría tener sobre su poder adquistivo, vuelve a pesar en el resultado final de índice.
El hecho de que la evolución del índice general venga liderada por el componente de condiciones actuales pone de manifiesto un comportamiento ¢adaptativo¢ de este índice, compartido con otros de indicadores adelantados, al nuevo escenario de recuperación lenta y gradual, en contraste co lo que en principio se preveía y que disparó al alza estos índices en marzo. Esta evolución de la confianza explicaría la aparente divergencias que viene presentado en los últimos meses respecto a la evolución de otros índices de actividad como las ventas al por menor o consumo personal. También, en la medida que esta proceso implica registros negativos, desestimulantes, por tanto, de la inversión, habría favorecido la persistencia de signos depresivos en esta vertiente, ya condicionada por el impacto de la inestabilidad de los mercado.
La nota distintiva del registro de septiembre respecto a los meses anteriores viene de la mano del componente de expectativas, que mejora levemente, rompiendo la senda de deterioro que venía exhibiendo desde marzo, al situarse en niveles de 96,5 (95,5 anterior). La percepción de una mejora en las condiciones laborales y una estabilidad de sus ingresos en los próximos seis meses dotan de cierto optimismo las expectativas de los consumidores. Un resultado éste que podría suponer la primera señal de un punto de inflenxión en este proceso de adecuación del índice general. En este sentido, en los próximos meses podríamos asistir a una mejora de la confianza que revertiría un mayor gasto del consumo, permitiéndole continuar respaldando la recuperación económica. Con todo, todavía existen riesgos de un freno de la actividad productiva, como ponían de manifiesto la contribución negativa de la rúbrica de pedidos a la evolución del índice de indicadores adelantados, alimentando las dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento económico en el corto plazo.