Asignaturas alemanas
La Bolsa alemana reaccionó ayer con una caída del 4,94% a los resultados electorales que dieron el poder por estrecho margen a la actual coalición gobernante de socialdemócratas y Verdes. Pero si el resultado hubiera sido una estrecha victoria del candidato cristianodemócrata, lo más probable es que los mercados hubieran hecho una lectura igual de negativa, lo cual es signo de que ninguno de los programas en liza planteaba soluciones a la profunda desaceleración económica. Alemania ha perdido su papel de locomotora de Europa y necesita reformas estructurales que ninguna de las fuerzas políticas hegemónicas parece en condiciones de asumir.
Los Verdes han logrado, con un 8,6% de los votos, el mejor resultado de su historia en unas elecciones que representan una reválida de su capacidad de gobernar. Pero el hecho de que los verdaderos vencedores sean los partisanos del desarrollo sostenible y de la protección del medio ambiente frente a políticas decididas de crecimiento refleja a la vez la actitud defensiva de la sociedad alemana ante la crisis. La coalición gobernante, socialdemócratas y Verdes, ve disminuir su margen frente a una oposición (cristianodemócratas y liberales) que no ha sabido aprovechar la oportunidad histórica que el récord de paro y la falta de crecimiento le brindaban para llegar al poder. La explicación está en que el líder de la oposición, Edmund Stoiber, ofrecía la misma falta de alternativas que el canciller Gerhard Schröder, con el agravante de más déficit en un país que ha superado ya la frontera del 3% del PIB marcada para los países de la zona euro.
El resultado electoral simplifica el Parlamento al haber eliminado prácticamente de la escena política a los ex comunistas del PDS. Pero la estrecha ventaja y el dominio de la Cámara regional (Bundesrat) por parte del centro derecha merman el poder de maniobra de Schröder, que incluso tendrá que ceder más protagonismo a Los Verdes en su Gobierno rojiverde. Además, la circunstancia de que haya sido el aumento en más de cuatro puntos de los votos en la antigua Alemania del Este el que haya dado el triunfo a los socialdemócratas -en el Oeste perdieron un 2,4% y se vieron superados por los cristianodemócratas- indica que el nuevo Gobierno se verá obligado a centrarse en la prioridad de la reconstrucción de las regiones inundadas antes de replantearse el camino de las reformas estructurales que necesita la economía alemana.
Lo que ahora se preguntan los principales economistas es cómo Alemania, hipotecada por el coste de la reunificación, va a poder salir de una parálisis con el coste añadido que ahora, a causa de las inundaciones, vuelve a plantear la ex RDA. El escepticismo de los líderes empresariales, que han visto aplazarse la segunda reforma fiscal prometida por Schröder, no ayuda a movilizar esfuerzos. Y el conjunto de la UE ve dilatarse una esperanza firme para iniciar la vía de la recuperación de la economía.