El ejercito de Israel deja de demoler la sede del Gobierno de Arafat
El ejército de Israel cesó ayer a última hora de la tarde la demolición del edificio donde se mantiene confinado el presidente palestino, Yasir Arafat, en la localidad palestina de Ramala. La decisión de parar el trabajo de las excavadoras militares llegó poco después de una reunión celebrada en Jerusalén entre oficiales militares israelíes.
Tras tres días de destrucción prácticamente sólo queda en pie, aunque maltrecho por los impactos de los proyectiles, el edificio donde está la sede del Gobierno palestino, la Múkata. Yaser Arafat y 200 de sus colaboradores se refugiaban en él.
Pocas horas antes, Arafat, declaró que su vida corría peligro, en una conversación telefónica mantenida con el ministro de Exteriores turco. Fuentes militares aseguraron que el ejército tenía órdenes de reducir al máximo el espacio vital del líder palestino, en sus oficinas de Ramala, en las que ya se encontraba confinado en el segundo piso al no poderse utilizar la escalera que conducía a la planta baja. 'Arafat quedará atascado en un agujero hediondo', había manifestado un alto oficial militar israelí. Por su parte, el líder palestino había advertido a varios políticos árabes que prefería pegarse un tiro antes de entregarse a los soldados israelíes.
Durante las últimas 48 horas, Arafat ha conversado telefónicamente con varios líderes occidentales y árabes, a los que les aseguró que 'Sharón quiere matarme', según explicó un oficial palestino que permanecía junto a él.
Pese a la retirada de última hora de la tarde, ayer fue una dura jornada de asedio por parte del ejército israelí a Arafat, para forzarlo a salir al exilio. A lo largo del día cinco palestinos murieron en los territorios autónomos en manifestaciones de apoyo al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Cuatro murieron en Cisjordania por la mañana a causa de los disparos de los soldados israelíes, mientras que treinta manifestantes resultaron heridos.
Al mediodía un niño de 13 años murió en Nablus bajo fuego israelí en una nueva manifestación. Durante todo el domingo se registraron muestras de apoyo a Arafat en los territorios palestinos.
Por su parte, Egipto ha pedido a Estados Unidos que intervenga 'inmediatamente' para detener la ofensiva contra Arafat. El ministro egipcio de Exteriores, Ahmed Maher, llamó por teléfono la pasada noche al secretario de Estado, Colin Powell, quien le respondió que hablaría con el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
'Los actos de Israel amenazan con crear una situación explosiva que hay que evitar', dijo Maher.