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Innovación

El primer fino ecológico

Los viñedos de Bodegas Robles, en Montilla (Córdoba), parecen descuidados. Sus viñas están rodeadas de matojos, pero, en este caso, esas malas hierbas no son tales. Lejos de salir de forma espontánea, la cubierta vegetal está sembrada y mimada casi tan cuidadosamente como las propias cepas. 'Su función es servir de abono para la viña cuando se seque y se desbroce, y también contribuye a la creación de predadores naturales para evitar el uso de insecticidas químicos', explica Francisco Robles, gerente de una pequeña bodega fundada en 1927 que se ha convertido en una de las principales impulsoras de los vinos ecológicos en Andalucía.

Bodegas Robles elabora vinos generosos bajo la denominación de origen Montilla-Moriles. En 1999 sacó al mercado sus primeros caldos ecológicos, del tipo Pale Cream, libres de residuos químicos, tanto en el cultivo de la uva como en la elaboración del vino. Un año después empezó a vender un blanco joven; a la campaña siguiente le tocó el turno a la variedad Pedro Ximénez, y a finales de este año iniciará la comercialización del 'primer fino ecológico del mundo', afirma Robles, un vino con el que pretende consolidar su oferta de caldos ecológicos, dados los amplios canales de distribución de este tipo de vino frente a los restringidos mercados de otras variedades generosas.

Bodegas Robles agrupa toda su línea de vinos ecológicos bajo la marca Piedra Luenga. Para su elaboración, además de cuidar el cultivo de las viñas con la cubierta ecológica y el uso de abonos naturales como el estiércol para evitar productos químicos, la empresa también prescinde en la bodega de la crianza en madera, que sustituye por el metal. 'Así aislamos a nuestros vinos de cualquier influencia externa. Que recojan sólo los sabores de la uva, cuyo zumo tiene una fermentación más sana, con su propia levadura, y no añadida, es decir, tienen un sabor 100% natural', explica Robles.

Además de caldos sin residuos, la empresa elabora otro producto innovador: el primer vino tropical de Europa

El resultado, según el gerente, es un vino 'con las mejores cualidades organolépticas y saludables que, además, respeta el medio ambiente al evitar la degradación del suelo', afirma. 'Se trata de unos métodos de elaboración ya con cierta tradición en otras zonas de España como Cataluña, pero nuevos en Andalucía, especialmente en las zonas con denominación de origen y concretamente en vinos generosos', dice el directivo.

De las 12.000 botellas que la bodega sacó al mercado el primer año, en 2001 aumentó a 32.000, esta campaña incorporará 8.000 botellas de fino y 'en dos o tres años esperamos superar los 300.000 litros de vino ecológico al incorporarse nuevos cultivos', indica Robles. Por ahora, el vino ecológico sólo representa apenas un 3% de la producción total, pero la intención de la empresa es ir incrementado su peso hasta alcanzar el 100% en 15 años, al tiempo que va sumando cultivos de otros agricultores, ya que Bodegas Robles sólo cuenta con 60 hectáreas propias. 'Se trata de un proceso lento, porque las viñas tienen que pasar por un periodo de certificación para considerarse ecológicas', explica, una calificación que en Andalucía vigila el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, de la Consejería de Agricultura.

Una alternativa rentable

La intención de Bodegas Robles es extender el crecimiento de los vinos ecológicos en la Denominación de Origen de Montilla-Moriles, que pasa por una época de crisis por los bajos precios de la uva y el estancamiento del mercado de vinos generosos. 'El vino ecológico puede ser una buena alternativa para la zona, porque, además de sus beneficios para el medio ambiente, tiene una mayor rentabilidad al ser un mercado en crecimiento', opina Robles. De hecho, Bodegas Robles pagará este año la uva ecológica un 40% más que el precio de la uva tradicional de Montilla-Moriles.

'El año pasado, las 22.000 botellas de la variedad Pedro Ximénez que sacamos al mercado en febrero ya estaban todas vendidas en mayo', destaca el gerente para mostrar la rentabilidad de este vino, que Bodegas Robles comercializa a un precio 'sólo un 15% superior al vino no ecológico, porque hay que crear mercado y eliminar su etiqueta de vino elitista', dice. La empresa vende el 90% de su producción fuera de España. 'Aquí todavía no hay suficiente mentalización en el consumidor', señala. Los principales destinos son Japón, Alemania, Países Bajos e Italia, aunque la compañía tiene contactos en otros muchos países para ir ampliando mercados.

Los vinos ecológicos no son la primera innovación de la empresa cordobesa. En 1998 sacó al mercado el primer vino tropical de Europa, al conjugar en la fermentación la uva con un 15% de frutas tropicales procedentes de Colombia, en colaboración con un investigador de aquel país. Sin embargo, sus ventas son limitadas porque 'somos una bodega pequeña, apenas alcanzaron el millón de euros el año pasado y no tenemos presupuesto para promocionarlo debidamente, porque al ser un producto nuevo necesita mucha publicidad', lamenta Robles.

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