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Operadora

Mobilcom se hunde en Bolsa ante la posible retirada de France Télécom

Schmid tiene siete vidas, pero ¿cuánto durará Mobilcom?', se pregunta un pequeño accionista de la operadora de telefonía móvil alemana ante la polémica surgida alrededor de la empresa de telecomunicaciones, en cuyo capital participa France Télécom con un 28,5%.

Según publicó ayer el diario Le Figaro, la operadora francesa estudia salir del capital de Mobilcom a través de la venta de sus acciones, o bien comprar el 71,5% de la empresa germana que aún no tiene.

El fundador de la compañía y accionista mayoritario, Gerhard Schmid, que fue forzado a dimitir en junio como presidente del consejo de administración por los franceses, aseguró ayer que es 'totalmente falso' que sus socios vayan a apartarse del accionariado de Mobilcom.

'Hay documentos que prueban que France Télécom tiene un compromiso a largo plazo con la compañía', aseguró en un comunicado. 'Además, el martes hizo una transferencia de 30 millones de euros para Mobilcom, y eso no se suele hacer cuando se quiere dejar a un socio'.

El fundador de Mobilcom, sin embargo, podría estar muy lejos de la realidad que rodea a la compañía que fundó en 1991, y que posee el 9% de la cuota de mercado alemán de telefonía móvil.

Schmid, al ser preguntado por un diario alemán a qué precio estaría dispuesto a vender a los franceses, contestó: 'Entre 11 y 17 euros por acción, como aparece en los medios de comunicación, es un precio muy realista'. Pero los inversores fueron de muy distinta opinión.

La acción de Mobilcom se desplomó ayer en el Nuevo Mercado alemán un 52,62%, hasta cerrar a 2,08 euros, nada más conocerse las intenciones publicadas de France Télécom.

La decisión de la empresa francesa de abandonar el capital de Mobilcom podría tomarse en el consejo de administración que se celebra hoy. Algunos observadores no descartan que el Gobierno francés, propietario del 55% de las acciones de France Télécom, fuerce la dimisión del presidente, Michel Bon.

Consecuencias dramáticas

La operadora germana, en un breve comunicado, auguró 'consecuencias dramáticas' para Mobilcom en el caso de que los franceses se retiren del accionariado. Un analista de SES-Research se atrevió a pronosticar que la operadora alemana entraría en suspensión de pagos sin el apoyo de sus socios.

Las dificultades se hicieron patentes hace algunos meses, cuando France Télécom condicionó su ayuda financiera a la salida de Schmid del consejo de administración, acusado de irregularidades contables. El fundador de Mobilcom y su esposa han sido demandados por un grupo de pequeños accionistas, que les acusan de haber ganado ilegalmente, a través de un programa de opciones sobre acciones, más de 79 millones de euros.

La recién creada Oficina Federal de Supervisión de Servicios Financieros, el órgano estatal para vigilar la Bolsa, aseguró ayer que iniciará una investigación para aclarar las acusaciones de manipulación de acciones.

Mobilcom no ha logrado remontar su negocio desde que el mes pasado, agobiada por unas deuda de más de 6.000 millones de euros, decidiera desmontar sus planes para el lanzamiento de la tecnología UMTS, para la que Schmid había solicitado a France Télécom un crédito de 11.000 millones de euros. Las pérdidas de la empresa alemana se han multiplicado por seis en el primer trimestre, y mantiene una deuda con Nokia de 1.300 millones de euros.

El futuro de Mobilcom y de su fundador está, desde ayer, en la cuerda floja.

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