La policía desactiva un coche bomba en un pueblo de Vizcaya
La carretera en la que los terroristas dejaron el coche-bomba es muy transitada por los usuarios de la playa de La Arena, una de las más concurridas de Vizcaya, y por los camioneros que se desplazan al puerto de Bilbao. El coche-bomba estaba aparcado en un lateral de la vía N-639, entre los barrios del Puerto y la Cuesta, a unos 200 metros de la vivienda más cercana y en las proximidades de un centro de adiestramiento de perros y de instalaciones del puerto de Bilbao.
Se trata del tercer artefacto explosivo colocado por ETA desde que el pasado 26 de agosto el juez Baltasar Garzón dictara la suspensión de Batasuna. La tesis que maneja el Gobierno central es que ETA respondería a la ilegalización de la coalición aberzale con una nueva ofensiva.
Los terroristas comunicaron al diario Gara la colocación del coche-bomba, por lo que agentes de la Ertzaintza tuvieron tiempo de acordonar la zona en la que se encontraba el vehículo, una furgoneta de color blanco en cuyo interior había una olla con 25 kilos de dinamita titadine. Los artificieros realizaron dos detonaciones controladas después de tres horas de trabajo. El artefacto estaba preparado para explotar mediante control remoto.
Violencia callejera
El alcalde de Cierbena, Íñigo Ortuzar (PNV), pidió ayer a los ciudadanos que valoren las consecuencias que hubiera tenido la explosión del coche-bomba.
La Guardia Civil también detuvo en la madrugada de ayer en San Sebastián a dos jóvenes acusados de haber participado en acciones de violencia callejera. Los dos arrestos están relacionados con la detención la semana pasada de otras 11 personas presuntamente pertenecientes a cuatro grupos que cometieron numerosas acciones de kale borroka en la comarca y la capital guipuzcoana.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, relacionó a los detenidos con la quema de media docena de autobuses y la colocación de explosivos en viviendas de concejales vascos no nacionalistas y en entidades bancarias.
Por otra parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, ha solicitado al consejero vasco de Interior, Javier Balza, que 'aclare' cuál va a ser su posición final sobre la convocatoria de una manifestación en favor de Batasuna el próximo sábado en Bilbao.
Según confirmaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno, Villar remitió a Balza una carta en la que pide que le diga si tiene previsto prohibir o no dicha marcha, ya que, 'a la vista de los acontecimientos, parece que se va a celebrar'.
En la misma carta, el delegado del Gobierno insta al consejero a que explique las razones de la actuación de su departamento al no impedir la manifestación celebrada el pasado domingo en San Sebastián, prohibida por este mismo organismo y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
La Fiscalía de San Sebastián ha abierto diligencias para investigar lo ocurrido en este caso.