Schweppes estudia trasladar su planta de Logroño a Madrid, Barcelona o Toledo
La planta que la empresa Cadbury Schweppes Bebidas de España tiene en Logroño podría estar estudiando la posibilidad de trasladar su actividad a otra ciudad (se barajan los nombres de Madrid, Barcelona y Toledo) o por lo menos reducir su producción por necesidad de reajustes tras la compra de La Casera, si bien un portavoz de la firma aseguró que todavía "no hay ninguna decisión tomada".
Según explicó a Europa Press el consejero de Hacienda, Juan José Muñoz, altos cargos de Cadbury Schweppes en La Rioja, donde esta compañía está presente desde 1992, se reunirán este viernes con responsables de la Agencia de Desarrollo Económico (ADER) y con el propio consejero para hablar sobre la posible marcha. El encuentro tendrá lugar tras el Consejo de Gobierno.
De momento, el Gobierno riojano no ha recibido información de que la empresa se vaya a ir. Los responsables de la compañía únicamente les han indicado que es necesario un reajuste, que podría ser una reducción de la producción o de su plantilla, en este momento 62 personas, si bien todavía no hay nada confirmado.
En cualquier caso, el Ejecutivo luchará por "defender su implantación en Logroño", aunque el consejero señaló que la presencia tiene importancia más por el renombre de la compañía que por el volumen de su plantilla, si bien la intención del Gobierno es que la empresa se quede en la capital riojana.
La firma, que posee las marcas de refrescos Schweppes y La Casera, comprada recientemente, aseguró a través de su agencia de comunicación que no "hay ninguna decisión tomada" y dijo que podría tratarse de "un rumor". Sí reconoció que ahora mismo la compañía se enfrenta a una reestructuración tras la compra de La Casera.
La filial española del grupo británico de alimentación y bebidas Cadbury Schweppes, tras la adquisición de La Casera, tiene delante un complejo proceso para evitar las consecuencias de una operación de este tipo, la duplicación de los puestos de producción y de las plantillas, aunque en el aspecto comercial la compra "sólo supone ventajas".
Según el portavoz autorizado de Schweppes, esta reestructuración no supone necesariamente el traslado de la fábrica de Logroño. Señaló que la firma es bastante reacia a proporcionar información hasta que una operación no está cerrada, porque cotiza en la bolsa londinense y cualquier cambio puede afectar a sus acciones, además de que debe ser comunicado a la 'CNMV' británica.
Con la compra de La Casera, Schweppes incorpora cuatro fábricas en España (en Valladolid, Sevilla, Toledo y la localidad gerundense de Tordera), que se suman a las cuatro que ya tenía, la de Logroño, Barcelona, Coruña y Madrid. Según la compañía, la planta de la capital riojana no es muy importante por su volumen de plantilla, pero sí por la tecnología con la que cuenta, que es "muy avanzada".
Ahora mismo, Schweppes España está inmersa en la construcción de una nueva planta de embotellamiento en Barber del Vallhs. Las nuevas instalaciones, que cuentan con una inversión de unos 12 millones de euros, estarán listas a finales del 2002. Se trasladará así la planta de embotellamiento que ahora tiene en el barrio de Poblenou de Barcelona y desde donde se abastece a toda Cataluña porque el nuevo plan urbanístico apuesta por la industria blanca y oficinas.
Las nuevas instalaciones se ubicarán en el polígono de Santiga. El traslado, según fuentes de la multinacional, podría materializarse en diciembre próximo, una vez acaben las obras de la nueva fábrica, valorada en 12 millones. Se trata de la mayor inversión que el grupo ha realizado en España desde que en 1992 construyó la fábrica de Logroño.
Cadbury Schweppes Bebidas de España facturó en el ejercicio 2001 un total de 330 millones de euros, cifra que representó un crecimiento del 5,7% respecto al ejercicio anterior. La facturación de Schweppes aumentó un 5,6%, hasta 243 millones de euros, y la cifra de negocio de La Casera creció un 5,1%, hasta cerca de 87 millones de euros.
La compañía cuenta en España con 1.350 empleados. El consejero delegado del fabricante de refrescos, Antonio Obieta, anunció recientemente en declaraciones al 'diario Expansión' que la filial española prevé obtener este ejercicio un beneficio neto de 25 millones de euros, un 8,7% más que en el pasado ejercicio.
Uno de los principales retos del grupo es consolidar la marca La Casera. La compra de la popular marca de gaseosa ha supuesto sinergias positivas en el ámbito comercial y de ventas, y economías de escala y reducción de costes con los proveedores. De hecho, se ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para suprimir 140 empleos.
El objetivo de Schweppes es alcanzar en 2005 en España una cuota de mercado del 17% en bebidas carbonatadas (Schweppes y La Casera) y sin gas (Trina), frente al quince por ciento actual. El directivo señaló que la empresa prevé introducir en España a medio plazo otros productos que comercializa la matriz y citó las marcas Dr. Pepper, Snapple y Orangina.