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Crisis

France Télécom negocia con el Ejecutivo francés una salida para el grupo

El presidente de France Télécom, Michel Bon, diversos representantes del Gobierno francés y directivos de los bancos de negocio que asesoran a cada parte mantienen negociaciones contrarreloj para buscar una salida a los problemas financieros de la compañía que tenga las mínimas repercusiones posibles.

Sobre la mesa está la ampliación de capital, la opción con más papeletas y la preferida del Gobierno. Una emisión de acciones neutralizaría temporalmente los problemas de endeudamiento de la operadora y no recibiría objeciones por parte de la Comisión Europea. Esta opción es también la preferida de Lazard, el asesor del Ejecutivo, que presiona para que la ampliación sea inmediata.

En el frente contrario está Michel Bon y el banco de negocios que trabaja para France Télécom, Rothschild. Para que la emisión cubra las más inmediatas necesidades de capital de la operadora el montante tendría que ascender a unos 10.000 millones de euros. La capitalización bursátil del ex monopolio francés de telecomunicaciones supera escasamente los 12.100 millones en estos momentos, lo que da idea del efecto dilutivo que tendrá la ampliación.

Pensando en su millón y medio de accionistas y en los empleados que han tomado posiciones en la compañía, Bon se opone a esta salida y ha puesto sobre la mesa otras opciones, como una emisión de bonos, un crédito respaldado por el Gobierno o un canje de deuda por capital.

La fecha límite para la decisión es mañana, día en que se celebrará un consejo de administración de vital importancia para la operadora. Si el Gobierno sigue adelante con la ampliación de capital, se cobrará a Bon como víctima, un movimiento que cobra enteros cada día que pasa. De hecho, cada vez se apuntan más nombres a la lista de sustitutos. A Thierry Breton, de Thomson Multimedia, y Noel Forgeard, de Airbus, se unió ayer Louis Schweitzer, de Renault. La tarea a la que debería enfrentarse el hipotético nuevo responsable de France Télécom, con todo, es tan ardua que muchas voces empiezan a temer ya que nadie acepte el reto y haya que buscar una solución interina, como se hizo en Deutsche Telekom.

Pero el relevo en la presidencia no es el único tema candente que debatirán los directivos. El consejo de mañana también tendrá que decidir qué hacer con la operadora alemana Mobilcom, si aumentar su participación y comprar el 71,5% que no posee o dejarla caer en bancarrota. La cancelación de un préstamo de Nokia a Mobilcom con el visto bueno de France Télécom apunta a esta última opción.

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