El Dow sube el 1,4% pese al clima prebélico en Wall Street
El presidente estadounidense, George Bush, dejó ayer entrever que un ataque sobre Irak es una cuestión de agenda. O sea, de encontrar el momento político adecuado. Mientras Bush busca un hueco en su dietario, la incertidumbre prebélica es ya un hecho en los mercados. 'Prepárense para más y más volatilidad', apuntaba ayer un gestor de un banco suizo. Asimismo, los expertos recuerdan que la última vez que EE UU se enfrascó en una guerra con Irak los principales índice cayeron un 10%.
Pese a todo lo anterior, el Dow Jones subió el XX%, en gran parte apoyado por la caza de gangas tras el fuerte recorte del martes y por la mejora en las previsiones de General Motors. Sólo los dientes de sierra dejados por el gráfico intradía explican el nerviosismo vivido durante la sesión. El Nasdaq subió el xx%.
Las firmas de análisis continuaron ayer recortando sus estimaciones de ingresos para 2002 y 2003 sobre Intel, que, no obstante, subió el xx%. Tras Lehman (el martes), le siguieron ayer las de Credit Suisse First Boston y Merrill. No obstante, el Dow encontró su mejor aliado en General Motors (+xx%), que elevó sus previsiones de ventas para el resto del año. El aumento en julio por encima de lo esperado del gasto en construcción contribuyó al repunte de los índices.
Además de Intel, los bancos de inversión siguieron otorgándose entre ellos recomendaciones a la baja. Credit Suisse recortó ayer las previsiones de beneficios de sus rivales Bear Stearns (+xx%) y Morgan Stanley (+xx%).
Las principales Bolsas europeas cerraron ayer al alza, pero en ningún caso lograron recuperar las fuertes pérdidas registradas en la sesión anterior. Las ganancias superaron a duras penas el 1% en París y Milán, mientras que Londres registró una caída del 0,04%.
Bajo la aparente calma de los números, la jornada fue tensa. Tensión por los crecientes temores a un ataque sobre Irak y por la fragilidad del escenario económico, que ahuyenta la esperanza de una pronta recuperación.
La escalada bélica impulsó el precio del petróleo, sin embargo, la mayoría de las petroleras cerraron a la baja. El anuncio de BP, que recortó sus metas de producción para 2002, supuso una caída del 3,53% para la británica y dañó al resto del sector.
Las mayores subidas fueron fruto de operaciones para reducir deuda o eliminar actividades que no proporcionan ingreso alguno para las compañías, un signo de que las mejoras en los beneficios o las sorpresas positivas desde el lado de los resultados brillan por su ausencia. El repunte más destacado fue el del grupo de ingeniería sueco ABB, que subió el 13,17% tras anunciar que vende a General Electric su negocio de leasing y financiación por 2.300 millones de euros.
Entre los ganadores de la sesión figuró la francesa Carrefour, que subió el 4,28% espoleada por la buena cifra de ventas en agosto. A ella se sumó la tabacalera británica Gallaher, que avanzó el 5,68% tras conseguir un contrato para comercializar sus productos en China.
Las aseguradoras siguen dando disgustos a sus accionistas. La francesa Scor cayó el 12,5% tras presentar un fuerte recorte en sus beneficios, mientras que Zurich Financial perdió el 4%. Esta última presenta hoy resultados y las expectativas no son muy alentadoras, dada la fuerte caída del valor de las carteras accionariales que poseen las aseguradoras.
La Bolsa nipona ha entrado en una espiral de temor que la ha llevado a su séptima caída consecutiva y a cerrar en el nivel más bajo de los últimos 19 años. El Nikkei cedió el 1,54%, en un día negro para el sector bancario, que sufrió un desplome del 7%. Moody's alertó sobre la posibilidad de una aguda crisis financiera en el país nipón si el Gobierno retira la protección a los depósitos bancarios, una de las medidas que figuran en su proyecto de reforma del sistema financiero. La debilidad de los bancos japoneses, además, se ha visto acentuada por la caída del valor de las participaciones en otras compañías.