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Conexión

Internet llega a la España rural

Las líneas telefónicas rurales (TRAC), que no permiten acceder a la Red, serán sustituidas en dos años por la telefonía local vía radio (LMDS)

Las limitaciones tecnológicas de las líneas telefónicas rurales de acceso celular (TRAC) están siendo un freno para el desarrollo socioeconómico de las zonas que cubren, acrecentando la brecha digital existente entre distintas áreas geográficas de España. Más de 250.000 abonados a telefonía fija no pueden acceder a Internet y el Gobierno ha exigido que esa antigua tecnología sea renovada.

Ya en la conferencia anual celebrada en junio por la Asociación Regional Europea sobre la Sociedad de la Información (Eris@), su presidente, Bill Macbeth, señaló el acceso a las nuevas tecnologías en las zonas rurales como una de las complicaciones actuales para la incorporación de toda la población a la sociedad de la información, destacando la necesidad de intervención de las Administraciones públicas para desarrollar las infraestructuras necesarias.

'El internauta de la zona rural será el gran usuario de servicios transaccionales y de información, como banca electrónica y consultas a la Administración', señala Miguel Pérez Subías, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI). Además, se prevé que la inclusión de Internet como servicio universal garantice una adecuada vertebración territorial, con las nuevas tecnologías como motor del desarrollo endógeno de estas áreas. Según Pérez Subías, potenciarán el turismo rural, facilitarán la promoción de mercados propios de productos y servicios e influirán en el desarrollo educativo de las poblaciones infantiles.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología prevé ayudas de la Unión Europea por un valor de 144 millones

'Un pueblo sin acceso a la Red es un lugar con un futuro limitado', explica Carlos Barrabés, fundador de la tienda Barrabes.com, que ha conseguido desbancar en Estados Unidos negocios virtuales del mismo sector. Este emprendedor del Pirineo aragonés habla de la 'ventana al mundo' que puede significar Internet en los pequeños núcleos rurales.

Sin embargo, tanto el calendario como las condiciones para la migración de TRAC a una nueva tecnología están repletas de obstáculos. El principal problema radica en la financiación. El pasado 14 de junio, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Baudilio Tomé, anunció que la Unión Europea aportará 144 millones de euros de fondos como parte del programa operativo para la sociedad de la información de la UE. Sin embargo, la aportación comunitaria queda lejos de sufragar los 700 millones de euros que la entonces ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, valoró necesarios en Mundo Internet 2002 para la migración.

La polémica también se ha despertado alrededor de la nueva tecnología a implantar. Se considera que la tecnología que se empleará para facilitar el acceso a Internet en las zonas rurales será la de telefonía local vía radio (LMDS). En el mercado español, ocho operadoras cuentan con licencia para LMDS, no así Telefónica, que deberá buscar un suministrador entre las pujas recibidas hasta el 1 de octubre próximo, bien sean de cobertura nacional o bien provincial.

Para Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, la ley esconde la trampa. 'El Gobierno no ha estado a la altura, debería haber establecido un Fondo de Compensación al Acceso Universal, ya que están obligando a una operadora, en este caso Telefónica, a hacer algo que no puede hacer', explica. 'El acceso universal debería ser una obligación de todas las operadoras en competencia. Si toda la infraestructura está en manos de Telefónica y las operadoras revenden sus servicios, nunca habrá rebaja de tarifas', añade.

Bajo la premisa de 'costes mínimos' para la operadora -que, en principio, dejaría de monopolizar el mercado de telefonía rural-, se primará la calidad del servicio y la solvencia tecnológica. El calendario para realizar la transición de TRAC al LMDS es también muy limitado. A mediados de 2003, con límite de 30 de junio, el nuevo sistema tiene que estar implantado en el 30% del territorio afectado; a finales de ese mismo ejercicio, en el 70%, y en su totalidad, un año más tarde, el 31 de diciembre de 2004.

Adicionalmente, la implantación deberá garantizar una sustitución gradual de las líneas entre todas las comunidades autónomas, y que no se produzcan disparidades entre ellas, por lo que se ha establecido la restricción de que antes de que finalice 2003, la mitad de las líneas de cada una de las Autonomías deberán encontrarse modernizadas.

Sin embargo, el responsable de la AUI se muestra escéptico ante la viabilidad de que el proyecto se ejecute dentro de los plazos previstos. 'Tengo serias dudas al respecto, ya que el despliegue de tecnología necesario requiere sustituir, uno a uno, todos los accesos TRAC. Además, se trata de un proyecto muy distribuido geográficamente', sentencia Miguel Pérez Subías.

250.000 españoles afectados

 

La aprobación el 12 de julio de la LSSI (Ley de Servicios de la Sociedad de Información y Comercio Electrónico) elevó a rango de ley la consideración de Internet como un servicio universal, marcando el comienzo del fin a la falta de acceso a la Red de 250.000 abonados españoles y a las arcaicas líneas telefónicas rurales de acceso celular.

 

 

 

 

 

 

 

Por otra parte, el imperativo de Bruselas de considerar el acceso a la Red como un servicio universal obliga a Telefónica a sustituir las líneas TRAC instaladas por la compañía en los años noventa.

 

 

 

Aunque existen en todo el territorio nacional, más de 130.000 líneas se concentran en el noroeste de la Península: Galicia tiene 81.826; Castilla y León, 30.957, y Asturias, 20.071. En el resto de España, la autonomía con más líneas TRAC es Andalucía, con 38.258. La Comunidad Valenciana tiene 22.373; Cataluña, 12.662, y Castilla-La Mancha, 11.443.

Telefónica, políticamente correcta

 

La asepsia domina el tono de las declaraciones de Telefónica. No se ofrecen datos sobre costes, plazos, planificación geográfica o conversaciones con la(s) operadora(s) que deberán aportar la tecnología LMDS.

 

 

 

 

 

 

 

Así, la compañía responde con un escueto comunicado. 'Las nuevas directivas europeas plantean la inclusión de Internet de banda estrecha en el servicio universal. Para satisfacer este requisito, Telefónica tiene prevista la migración del actual sistema TRAC, limitado a voz, hacia un sistema que proporcione también acceso a Internet. El coste de esta migración es muy alto, por eso Telefónica considera que, dado que ha de ser necesariamente la proveedora de este servicio, ha de contar con la capacidad de elegir la solución tecnológica más idónea en cuanto a criterios de eficiencia, y la tecnología LMDS puede ser adecuada'.

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