Los inversores retiraron 330 millones de los fondos en agosto
Ni siquiera en términos de revalorización los fondos de inversión fueron capaces de aprovechar el tirón bursátil de agosto. Según los datos de Ahorro Corporación, los fondos de renta variable cerraron el mes a la baja, con unas minusvalías del 0,3%, a pesar de que el Ibex subió un 2,8% en el mejor mes del año.
Mucho mejor fueron las cosas en la renta fija. Espoleados por las históricas subidas de los bonos estadounidenses en este mes, este segmento de fondos se apuntó una rentabilidad del 0,5% y un crecimiento en el patrimonio de 409 millones de euros, 240 millones gracias a suscripciones y 169 con plusvalías. Así, es la única familia de fondos FIM que está en positivo en lo que va de año, con una rentabilidad del 1%.
Fiamm más fuertes
Los Fiamm, fondos de dinero, siguen siendo los mejores del año. Ganan poco, pues son un tipo de fondo extremadamente conservador, pero su rentabilidad del 1,6% supera, con mucho, la de otras familias. Los inversores se han dado cuenta de ello y el mes pasado suscribieron fondos de este tipo por valor de 541 millones de euros. En lo que va de año las suscripciones de Fiamm superan los 1.000 millones de euros, y es esta rama la que permite que en 2002 haya entrado dinero en el sector.
Los garantizados, otra rama de corte conservador, registraron salidas de capital por valor de 962 millones de euros.
En la renta variable el panorama sigue siendo complicado. Pese a la subida bursátil de agosto los fondos de renta variable registraron pérdidas del 0,3%, aunque al menos no se registraron salidas de dinero. En lo que va de año el balance es desolador. Las pérdidas ascienden al 25,9%, más de lo que baja el Ibex 35. Los mixtos de renta variable se revalorizaron un 0,1% en agosto, pero registraron moderadas salidas de capital.
La volatilidad ha sido otro de los aspectos destacados del mes. Ello ha provocado, según Marcelo Casadejús, director de marketing de Ahorro Corporación, que el ahorrador de a pie haya huido de la renta variable y, en general, de cualquier tipo de inversión.
Ninguno de los numerosos interrogantes que penden sobre los mercados se ha resuelto o, al menos, aclarado en el mes de agosto. Por eso, y por el periodo vacacional, el negocio de los fondos está en el arranque de septiembre como estaba antes de verano.
Asimismo se ha terminado, momentáneamente, el tirón que ejercieron productos como el depósito Supersatisfacción, vinculado a un fondo y cuyo éxito provocó entradas masivas de dinero el primer trimestre.
Efectos secundarios de la demanda inmobiliaria
Como señala Ahorro Corporación, no sólo el pésimo momento de los mercados pesa en la apatía de los fondos. También la estrategia del sector bancario ante la expansión del crédito hipotecario. El mercado inmobiliario, lejos de frenarse, sigue ofreciendo rentabilidades superiores al 10%, lo que tira de la demanda de vivienda y, por ende, del crédito hipotecario.
La banca tiene que cubrir esa demanda, y al tiempo que crece en activos debe captar pasivo, pues si no tendrá qué prestar. Dado que los fondos no son pasivo y, por tanto, no pueden cuadrar el balance, los bancos se ven obligados a captar depósitos.
Por eso la estrategia comercial de la banca para captar ahorro se ha centrado en los depósitos y no en los fondos de inversión. Entre las agresivas ofertas de la banca y la caída bursátil, el inversor se ha olvidado de los fondos.