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Integración

Powell prepara una reunión de urgencia para revitalizar el ALCA

El presidente de EE UU, George Bush, llegó a la Casa Blanca con el propósito de impulsar el proceso de integración continental acordado en Miami en 1994. De hecho, la tercera cumbre de las Américas de abril de 2001, en Quebec, supuso una revitalización del ALCA, al establecer un calendario de negociaciones y ratificar la fecha para la entrada en vigor del acuerdo en enero de 2005.

Pese a las promesas de apertura y liberalización comercial, EE UU ha aprobado desde entonces varias medidas proteccionistas (aranceles a la importación de acero, aumento de las subvenciones a la producción agrícola, sanciones a las importaciones de madera canadiense) que han levantado en armas a los críticos con el proceso, con Brasil claramente a la cabeza.

Para intentar revitalizar el proceso y preparar una cómoda presidencia del comité negociador, que EE UU asume en noviembre junto a Brasil, el secretario de Estado, Colin Powell, ha iniciado una ronda de contactos con sus homólogos del continente que tiene por objetivo buscar apoyos para la celebración de una reunión de urgencia en México, según confirmaron a este periódico fuentes diplomáticas canadienses.

La Administración Bush no quiere desaprovechar la autoridad que le ha concedido el Congreso para negociar acuerdos comerciales, y que negó durante ocho años a su predecesor, Bill Clinton.

También por ello, el representante comercial, Robert Zoellick, remitió recientemente cartas a varios congresistas para que convoquen, con la mayor rapidez posible, al grupo de revisión de acuerdos comerciales para informarles de los procesos en marcha con Chile, Singapur, Marruecos y América Central y dar un impulso a estos pactos, informa Reuters.

Con la firma de acuerdos comerciales con Chile y los cinco países de América Central, ya serían ocho países de los 34 que integran el continente (salvo Cuba) los que tendrían pactos bilaterales con el gigante estadounidense, lo que a juicio de los analistas, metería presión a aquellos más reticentes con el ALCA, como Brasil.

La reunión que Powell pretende convocar tiene lugar en medio de la grave crisis que atraviesa Latinoamérica y, sin algo más que promesas de apertura comercial, el secretario de Estado tendrá difícil ganarse el apoyo para la causa continental de países como Argentina, Brasil o Venezuela.

De hecho y al contrario que en el caso brasileño, el Tesoro estadounidense se ha mostrado inflexible con la negociación que Argentina mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la crisis argentina ha acabado por contagiar a la región.

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