El parón del consumo familiar pone en riesgo el objetivo de crecimiento
El producto interior bruto (PIB) de España creció un 2% en tasa interanual corregida de efectos estacionales en el segundo trimestre del año, lo mismo que lo había hecho en el primer trimestre, lo que supone que en los seis primeros meses el avance del PIB ha sido de un 2%, mientras que el Gobierno sigue esperando para todo el año un crecimiento del 2,2%.
Pero en la evolución de este segundo trimestre se aprecia un deterioro notable en las variables que hasta ahora habían sostenido la actividad económica, sin que se produzca un trasvase significativo de mejora a las que hasta ahora se comportaban de forma negativa. No obstante, el Instituto Nacional de Estadística (INE) advierte que 'se ha suavizado el perfil desacelerado que muestra la economía española desde comienzos de 2000'.
El crecimiento real intertrimestral es el dato que mejor avala el peor comportamiento económico del trimestre, con un avance del 0,4%, frente al 0,5% del primer trimestre, la tasa más baja del periodo de desaceleración, excepción hecha del cuarto trimestre de 2001 (0,0%). La variable que ha cedido más terreno en el segundo trimestre del año ha sido el consumo de los hogares, que había sido la que con más solidez había sostenido el crecimiento de la actividad en los dos últimos años.
El consumo final creció sólo un 1,7% interanual, mientras que un trimestre antes lo hacía a tasas del 2,2% y hace un año a tasas del 2,4%. El consumo de los hogares en concreto aumentó un 1,7%, frente al 2,4% del trimestre anterior o el 2,9% de hace un año. La contracción en el gasto de los hogares se produjo en alimentación y en bienes de uso duradero, según el INE.
El sector exterior es el que trata de retomar el revelo del consumo, y ha pasado a aportar al crecimiento 0,4 puntos, frente a una aportación negativa en el primer trimestre del año. Pero esta mejora agregada del sector externo se produce sobre todo por la fuerte caída de las importaciones, hasta un 3,4%, frente a un descenso del 1,4% interanual un trimestre antes. Las ventas, por su parte, siguen descendiendo, aunque lo hagan sólo un 1,4%, frente al 2,5% de caída en el primer trimestre.
En tasa intertrimestral, las exportaciones muestran un avance del 1,3%, frente a un descenso del 1,6% en los tres primeros meses del año.
La inversión
El otro gran componente de la demanda nacional, la inversión, sigue sin despegar. Sólo crece un 1,3%, cuando hace un trimestre lo hacía a tasas del 1,1%. Por tanto, continúa con avances relativos que escasamente suponen un tercio de lo que significaban hace un año, y muy alejadas del 5,7% que aumentó la inversión en el año 2000.
Los gastos de las empresas en equipamiento son los que siguen en tasas anuales negativas (4,4%) por quinto trimestre consecutivo; hay que indicar que en el segundo trimestre mejora ligerísimamente sobre los dos anteriores. Todo el esfuerzo inversor sigue concentrado en la construcción, que incluso se ha acelerado en los tres últimos meses de los que da cuenta el Instituto de Estadística.
Desde el punto de vista de la oferta, el crecimiento está impulsado por la construcción y los servicios, especialmente los destinados al mercado. La ramas industriales mantienen una fuerte contracción, con la excepción de la energía; la agricultura acentúa su caída.