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Lealtad, 1

Los gurús agitan las banderas

El alza es la mejor propaganda para las Bolsas, dicen los clásicos. No importan los motivos si el bolsillo de los inversores engorda. Por eso, los gurús más famosos de Wall Street despliegan desde finales de julio toda su artillería para atraer al mayor número posible de participantes a los mercados y hacer con ello más duradero el rebote técnico al alza en ciernes.

El ingenio es consustancial al gurú. Por eso, quienes siguen el día a día de las Bolsas no se rasgan las vestiduras cuando escuchan a algunos de estos estrategas, videntes en muchos casos, que las Bolsas suben porque el miedo ha alcanzado niveles máximos. O lo que es lo mismo, porque ya no pueden darse mayores índices de aversión a invertir en Bolsa.

Por eso, ningún especialista bursátil se inmuta cuando escucha a los propagandistas de Wall Street que la subida que comenzó allí el 24 de julio ha estado fundamentada en un fenómeno puramente psicológico, sin que hayan intervenido variables tan importantes como los resultados de las empresas cotizadas o el estado de salud de la economía.

Alzas, así, para tratar de enmendar la plana. Alzas que se corresponden con una agitación máxima de banderas y con el discurso centrado en que las Bolsas ya han pasado lo peor.

Este empeño tiene su punto débil, no obstante, en los mínimos volúmenes de negocio que se registran en los mercados de acciones, porque una cosa es lo que pregonan los gurús y otra poner los euros o dólares sobre las mesas de negociación. Los inversores siguen desanimados, según los últimos sondeos elaborados por firmas de prestigio. Son los expertos en operaciones intradía y en arbitraje y las firmas de Bolsa, con actuaciones por cuenta propia, las que mantienen encendida la llama del mercado. Por eso, la volatilidad es máxima en las últimas semanas. No hay inversor final y todo queda resuelto en el día a día.

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