Las energías renovables corren con el viento a favor
Los cortes del suministro eléctrico que se produjeron el año pasado en Cataluña y Levante han traído a la memoria colectiva algo más que los apagones de la posguerra y el debate nuclear. El Gobierno refrescó su voluntad de intervenir en el sector eléctrico y prevenir estas situaciones mediante la planificación del suministro energético.
De momento, no parece dispuesto a aumentar la capacidad nuclear y sí la de las energías renovables. Mediante el Plan de Fomento de diciembre de 1999, pretende que lleguen a aportar un 12% de la energía primaria que se consume en el país para 2010.
La Unión Europea considera imprescindible apoyar el desarrollo de las nuevas tecnologías para lograr producir energía a un menor coste ambiental. Un dato: los compromisos suscritos en el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones contaminantes de los Quince cuestan a España nada menos que 6.000 millones de euros. Esta cifra incluye sólo las inversiones que deberán acometer unas 4.000 empresas del sector industrial, a las que les afecta la recién aprobada ley de prevención y control integrado de la contaminación, más conocida como IPPC, las siglas en inglés de la correspondiente directiva europea.
Sin embargo, las centrales eléctricas convencionales vituperan la viabilidad económica de las renovables. Reconocen que las centrales eólicas están consiguiéndolo, pero creen que la capacidad de construcción de nuevos parques está saturada. La industria eólica española consiguió desplazar el año pasado a la danesa como la segunda potencia del continente, con 3.337 megavatios de potencia instalada.
El Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI), fundación bajo el protectorado del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha publicado un curioso informe sobre las tendencias tecnológicas en el sector energético que no admite dudas sobre el futuro de las renovables. Asegura, por ejemplo, que las nuevas tecnologías en la construcción de aerogeneradores permitirán reducir en 100 euros por metro cuadrado el coste de instalación, de manera que para 2009 será posible construir un parque eólico a 200 euros el metro cuadrado y su explotación será comercialmente competitiva.
Pero sus conclusiones más llamativas tienen relación con el empuje de la energía solar, cuya escasa generación se mantiene mediante fuertes compensaciones. Calcula que entre 2004 y 2008 se generalizarán las instalaciones solares térmicas en los edificios, para calentar el agua. Pero lo que más le entusiasma es la nueva célula solar fotovoltaica que está desarrollando Isofotón, que reduce el tamaño de los paneles solares. Isofotón asegura que para 2005 venderá el panel fotovoltaico a un tercio del valor actual. Pero OPTI demora su viabilidad comercial más allá de 2014, debido a la limitada capacidad para producir los componentes.