El Congreso da el aval político al Gobierno para ilegalizar Batasuna
El hemiciclo del Congreso de los Diputados presentaba ayer un lleno del todo inusual para esta época del año. El motivo era sacar adelante la propuesta conjunta del PP y PSOE de instar al Gobierno a que reclame al Tribunal Supremo la ilegalización de Batasuna, y consiguieron su objetivo. El próximo viernes, el Consejo de Ministros aprobará pedir la ilegalización de Batasuna al Supremo.
La propuesta de PP y PSOE incluía una enmienda en la que ambos partidos acusan a Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna de 'justificar a ETA con ánimo de favorecer, generalizar y multiplicar los efectos de la violencia terrorista y del miedo generado por la misma'.
En el pleno de ayer -que duró dos horas y media-, el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, defendió la propuesta porque 'Batasuna es la máscara tras la que se esconde ETA' y añadió que 'los portavoces batasunos son voceros repetitivos de la dialéctica etarra y permanentes apologetas, cuando no oráculos infalibles, de la bajeza sanguinaria de aquella'. Dicho esto y en clara referencia los partidos que votaron en contra o se abstuvieron en la votación de ayer, De Grandes indicó: 'hay algunos que se van a dejar hoy por ayer aquí parte de su credibilidad'.
Los socialistas, a través de su portavoz, Jesús Caldera, coincidieron en todas estas acusaciones y defendieron la necesidad de ilegalizar Batasuna porque todos los hechos e informes jurídicos demuestran que 'ahora más que nunca Batasuna es ETA'.
Si bien Caldera introdujo una matización respecto al discurso de los populares. Según insistió, los socialistas están convencidos de que todas las fuerzas parlamentarias están en contra de la violencia etarra, independientemente de cuál fuera su votación ayer. Por ello, hizo hincapié en que el PSOE seguirá apostando por el diálogo con el resto de los partidos en esta materia.
El otro lado del pleno de ayer fueron los que votaron que no a la resolución de PP y PSOE. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, reprochó que PP y PSOE 'ganarán la votación, pero no acabarán con el problema, porque el problema se soluciona con la vía policial, el Código Penal y el diálogo entre los partidos'. En su opinión, con esta medida se saca al Batasuna de la 'UVI electoral' -por la pérdida de escaños en las últimas elecciones-, logrando con ello el efecto contrario al que se persigue. Y se preguntó si el PNV será el próximo en ilegalizarse.
Desde Eusko Alkartasuna, su portavoz, Begoña Lasagabaster, visiblemente molesta, criticó la iniciativa 'porque hará más difícil la resolución del conflicto' y acusó al PP de 'romper todos los puentes y cauces de comunicación' con los nacionalistas vascos.
CiU e IU se abstuvieron en la votación por entender que la Ley de Partidos bordea la legalidad constitucional y opinar que ya existe la vía penal para acabar con Batasuna, como demuestra el auto del juez Baltasar Garzón.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió que se interpretara su abstención como forma de 'buscar puntos de encuentro entre todos los partidos'.
El portavoz de CiU se mostró 'muy dolido' por las acusaciones de tibieza y oportunismo electoral lanzadas a su coalición por abstenerse y justificó esta decisión 'por coherencia con la defensa de la separación de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial'.