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Actividad

La cartera de pedidos doméstica de las empresas sube después de 25 meses

La producción industrial sigue con tasas de variación anual negativas, lógicas tras varios trimestres con caída de inversión en equipamiento. Pero la tendencia negativa ha comenzado a corregirse en los últimos meses y el índice de clima industrial podría entrar en tasa positiva de inmediato.

Los datos del mes de julio arrojan aún un saldo de respuestas negativo sobre el clima industrial, pero muy próximo a cero, tras dos años completos de saldo clara y abultadamente negativo. Tendencia similar está marcando la carta de pedidos de las empresas consultadas por la encuesta de coyuntura industrial. Así, aunque la cartera total de la industria mantiene valores pesimistas, son mucho menos alarmantes que los de hace medio año, e incluso ha entrado ya en valores positivos la demanda interior, circunstancia que no ocurría desde hace 25 meses, en la primera parte de 2000. De hecho, el nivel de producción era ya positivo en julio por tercer mes consecutivo, y lo era en todos los tipos de bienes.

Mantiene, sin embargo, una fuerte depresión la cartera de pedidos industriales procedentes del exterior, donde la actividad económica está aún saliendo de la fase recesiva, como es el caso de Alemania o Italia. El último dato disponible, del mes de julio, muestra incluso un mayor deterioro al existente en los dos meses anteriores. Esta tendencia podría verse quebrada por la demanda que genere la reconstrucción en los países centroeuropeos tras las inundaciones de mediados de mes, según manifestaban algunas agencias de análisis recientemente.

La cartera de pedidos procedente del exterior podría mejorar en los meses que quedan del año, a juzgar por las estimaciones que adelantan los industriales en la encuesta de julio, que prevé entrar en valores positivos, si bien no descartan un nuevo estancamiento en la demanda interior.

El mayor pesimismo expresado por los industriales en sus carteras de pedidos se manifiesta en los bienes de consumo, que ni siquiera en los tres próximos meses mejorarían. Sin embargo, en equipamiento remontan el mal comportamiento de los dos años pasados y en bienes intermedios ya están en valores claramente positivos en julio por la fuerte pujanza de la demanda interior. En cuanto a los pedidos para equipamiento de la actividad productiva, mejorarán en el segundo semestre del año, a juzgar por las previsiones de los empresarios, con una fuerte pujanza de la demanda externa, y con más moderación en el comportamiento de la interior.

Reflejo inequívoco de la mala racha por la que ha atravesado la industria en los últimos trimestres en España es la fuerte caída de la capacidad productiva utilizada, que ha vuelto a los niveles de 1996. El nivel medio de utilización de capacidad está en 78,4%, frente al 81,2% de hace sólo dos años.

El mayor descenso se ha producido en la producción de bienes de equipo, que ha descendido desde el 82,8% al 77,2%, como consecuencia del fuerte recorte en los procesos de inversión, especialmente en la actividad de telecomunicaciones. No obstante, la capacidad productiva de la industria es ahora muy superior a la de antes del último periodo de fuerte crecimiento económico, y los volúmenes de producción son superiores pese al descenso de niveles.

Producción en Alemania

La producción industrial de Alemania se incrementó un 2% en junio respecto a mayo, según cifras definitivas revisadas al alza difundidas ayer por el Bundesbank. Las cifras provisionales, publicadas el pasado 8 de agosto por el Ministerio de Finanzas, revelaban un aumento del 1,7% de la producción industrial. Estos datos sorprendieron a los analistas, que estimaron una subida del 1,5%. En la zona oeste del país, la producción aumentó un 2,12%, mientras que en el este creció un 1,3%. El incremento de junio se debe especialmente al fuerte descenso registrado en el mes anterior por las huelgas que afectaron a los sectores del metal y de la electrónica.

Los precios de importación en Alemania disminuyeron un 0,5% en julio respecto al mes anterior y acumulan una caída del 4,2% en tasa interanual, según datos de la Oficina Federal de Estadística.

Excluyendo el petróleo, los precios de la importación cayeron un 3,3% en julio en tasa interanual. En junio y mayo, el descenso anual fue del 5,2% y el 4,3%, respectivamente. La Oficina reveló que las caídas más fuertes en julio en tasa interanual se registraron en los precios de los productos importados de café (un 22,7%), del gas natural (22,4%) y de la energía hidroeléctrica (22,2%).

Los precios crecen un 0,6% en 12 meses

 

El índice de precios industriales (IPRI) se mantuvo en julio, y en los siete primeros meses del año aumentó el 1,9% y en los últimos 12 meses lo hizo un 0,6%, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre las actividades que registraron un descenso sobre el mes anterior destacan las de 'refino de petróleo', con una bajada del 1,2%, y las de 'producción y primera transformación de metales', con un recorte del 0,7%. Por el contrario, el mayor encarecimiento correspondió a la 'industria química', con una subida del 0,5% respecto a junio.

 

 

 

 

 

 

 

Según el destino económico de los bienes, los precios de los bienes intermedios descendieron el 0,1%, mientras que los de los bienes de consumo y de los bienes de equipo registraron incrementos del 0,2% y 0,1%, respectivamente.

 

 

 

Por sectores, el único que presentó un descenso en los precios en julio con respecto al mes anterior fue el de la energía, con una bajada del 0,6%.

 

 

 

Los precios de 'extracción y transformación de minerales no energéticos y productos derivados. Industria química' e 'industria transformadora de los metales. Mecánica de precisión' subieron el 0,2%, mientras que los de 'otras industrias manufactureras' se incrementaron el 0,1%.

 

 

 

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que el mantenimiento de los precios industriales en julio es un dato positivo que favorece la continuidad de la competitividad de la economía española. El secretario de Estado definió el IPRI como 'un buen indicador de competitividad porque es un sector de bienes comercializables y porque, a diferencia del IPC, no recoge importaciones, pero también es un buen indicador adelantado de la inflación'.

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