Santana espera vender 5.000 unidades de su nuevo todoterreno en el primer año
Santana Motor proyecta vender el próximo año 5.000 unidades de su nuevo modelo todoterreno Aníbal, que será lanzado al mercado el próximo octubre con una gran campaña promocional, después de varios aplazamientos en la fecha de arranque de la comercialización.
El prototipo fue presentado en 1999 y en principio estaba prevista su producción y puesta a la venta antes del verano. El lanzamiento, que ha requerido la contratación de 100 trabajadores eventuales en julio pasado para la puesta a punto de la cadena de montaje, se pospuso luego a septiembre y ahora a octubre para terminar de perfilar la campaña de publicidad.
Este todoterreno sucesor del clásico Land Rover de Santana, dirigido a profesionales como ganaderos y agricultores, es uno de los pilares que deben llevar a los beneficios a la empresa automovilística controlada por la Junta de Andalucía.
La otra baza de esta doble apuesta por la rentabilidad y la supervivencia en el competitivo sector del automóvil es la privatización parcial de la compañía, que ha vendido a empresas auxiliares que se ubicarán en el entorno de la factoría de Linares (Jaén) el 60% de sus activos, mientras que ha conservado sólo los negocios de montaje y comercialización de coches.
El nuevo modelo permitirá también recortar la dependencia de Suzuki. El Aníbal se venderá en España bajo este nombre, pero por problemas de duplicidades de registro se exportará bajo la marca PS-10 (siglas de Prototipo Santana número 10) para esquivar eventuales problemas con las patentes.
La empresa, que ha diseñado el Aníbal como un recio todoterreno para uso profesional en la agricultura, la industria o la construcción, también aspira a lograr contratos públicos. Así, Santana ya ha realizado pruebas de homologación para presentarse a los concursos públicos del Ministerio de Defensa y lograr que su nuevo modelo sea utilizado por efectivos del Ejército.