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El paladar

Origen de leyenda

El arroz hizo su aparición en Asia hace más de 3.000 años

El arroz es el alimento más universal: 5.000 millones de personas llegarán a comer este cereal en los primeros lustros de este siglo y hasta ahora ha sido utilizado por al menos tres cuartas partes de la humanidad. No es extraño, por tanto, que su origen posea tanta riqueza cultural e histórica. Las mágicas leyendas, casi todas de corte oriental, que narran la aparición de la semilla son inagotables: la virgen oriental que arrastra su manto de seda por los arrozales divinos para que se pegasen los granos y los destinara a la alimentación de los hombres; el emperador chino Shennong (agricultor divino) que fue el primer humano en sembrar arroz con sus propias manos, hace 3000 años, etc. Precisamente Shennong, también llamado Yandi, dio fecha a la aparición del arroz hasta que descubrimientos arqueológicos posteriores han identificado otros orígenes. La última aportación cuenta que se han encontrado restos de arroz en la Cueva de los Espíritus, al norte de Tailandia, cosechado entre 7.000 y 10.000 años atrás. La enciclopedia Everest dice que el arroz es originario de una zona que se extendía desde el Himalaya hasta el norte de Vietnam y el sur de China, pasando por los valles fluviales del norte de Assam, de Tailandia y de Birmania. A la Antigüedad llegó de la mano de Alejandro Magno, aunque en Grecia sólo se utilizaba mediante prescripción facultativa. Más éxito tuvo el arroz con el Islam: de su mano llegó a España donde se asentó sin dificultad en las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir, y sobre todo, en las zonas pantanosas de Valencia. Dicen los escritos que ésta fue la primera patria del arroz en Europa, en el siglo VIII, y rampa de lanzamiento hacia Francia e Italia. Después apareció en las llanuras del sur de Hungría, que abasteció a muchos estómagos en la Edad Media y creó una marcada distinción social: el arroz húngaro era comida de pobres mientras que los nobles disfrutaban del procedente de Oriente.

Tras su singular andadura, el arroz ha llegado hasta nuestros días convertido en una esperanza para nivelar las diferencias alimenticias entre el norte y el sur. Ya a mediados del pasado siglo fueron creados los primeros centros de investigación que dieron como resultado la formación de una nueva variedad de alto rendimiento, el arroz IR8 (primero de una saga que continúa con el IR24, IR26 o IR36), destinada a las zonas de trópicos y subtrópicos. Sus buenas condiciones productivas provocaron su propagación por todo el mundo, pero comenzaron a constatarse problemas fitosanitarios que obstaculizaron su utilización. Hoy los científicos continúan afanándose en lograr variedades productivas tendentes a incrementar los rendimientos paralelamente al crecimiento de las necesidades de la población mundial.

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