El Gobierno apoyará a las pymes del sector del alabastro
El consejero de Industria, Comercio y Desarrollo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, considera un objetivo prioritario que 'la explotación del alabastro sea una fuente de riqueza para las pequeñas y medianas empresas que trabajan este mineral'.
Según diversos estudios sectoriales, la explotación del alabastro, una variedad de mármol translúcido utilizado en decoración, mueve anualmente en torno a los seis millones de euros. Este material fue muy apreciado en la antigüedad por griegos y romanos, quienes lo emplearon habitualmente para la construcción de estatuas, sarcófagos y ornamentación de edificios.
Aunque el territorio aragonés concentra en torno al 90% de la producción mundial de alabastro, su comercialización ha sido copada tradicionalmente por empresas manufactureras de fuera de la región, ubicadas mayoritariamente en Navarra y Cataluña. Esta situación fue generada por el abandono masivo de canteras, que han vuelto a ser explotadas en los últimos años ante la reactivación de la demanda.
Aliaga, que se ha reunido recientemente con la junta directiva de la Asociación para el Desarrollo del Alabastro en Aragón (Adalar), se ha comprometido a impulsar la colaboración con la oficina técnica de esta institución, a fin de concretar un perfil de este recurso que favorezca un mayor aprovechamiento productivo e impulse su comercialización en los mercados nacionales e internacionales.
Adalar pretende que el alabastro se convierta en el motor de desarrollo de las poblaciones que cuentan con yacimientos. Se trata de 17 pequeños pueblos, agrupadas en las comarcas de Ribera del Ebro, Caspe y San Martín, que manejan una producción superior a las 48.000 toneladas de mineral al año. Un volumen suficiente para ocupar a una constelación de pequeñas y medianas empresas transformadoras, que podrían complementarse con la apertura de talleres artesanales, escuelas de formación y centros de promoción y diseño.
Actualmente, su empleo se centra mayoritariamente en pequeñas figuras y ornamentación de edificios, segmentos que están protagonizando una reactivación de la demanda en los mercados árabe y norteamericano. Esta revalorización ha impulsado la apertura de talleres transformadores y la creación de pequeñas empresas, cuya potenciación contribuirá al desarrollo económico de amplias zonas del territorio aragonés.