Un impulso al turismo cultural
España es líder mundial en turismo vacacional de sol y playa. Este liderazgo contrasta, sin embargo, con su posición como destino de turismo cultural y de ciudad. Es bien constatable que España tiene uno de los patrimonios histórico-artísticos más ricos, variados y singulares del mundo. No en vano, es el país con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
España tiene, además, una extraordinaria cultura viva, de la que el español es su más importante manifestación y al mismo tiempo el vehículo de otras expresiones culturales. La lengua, la gastronomía, las fiestas, los acontecimientos culturales especiales y periódicos, el propio dinamismo de nuestras ciudades constituyen un medio de primer orden cuyo potencial como recurso turístico es enorme. A pesar de ello, la cuota de mercado de España en el mercado de viajes culturales europeo es de sólo un 8%, cifra que contrasta con el 35% de cuota de mercado en el segmento de sol y playa.
Para dar respuesta a la creciente importancia del turismo cultural y de ciudad, el Gobierno aprobó el año pasado el Plan de Impulso al Turismo Cultural e Idiomático, que contiene 40 medidas estructuradas en seis grandes ejes de actuación y representa una inversión de 70 millones de euros para el periodo 2002-2004.
En esta línea cabe resaltar también el impulso a las denominadas marcas culturales temáticas, que ya se ha materializado con la firma de convenios con las comunidades autónomas que integran el Camino de Santiago y la Ruta Vía de la Plata, y con las ciudades Patrimonio de la Humanidad.
España es líder mundial en turismo vacacional de sol y playa. Este liderazgo contrasta, sin embargo, con su posición como destino de turismo cultural y de ciudad. Es bien constatable que España tiene uno de los patrimonios histórico-artísticos más ricos, variados y singulares del mundo. No en vano, es el país con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
España tiene, además, una extraordinaria cultura viva, de la que el español es su más importante manifestación y al mismo tiempo el vehículo de otras expresiones culturales. La lengua, la gastronomía, las fiestas, los acontecimientos culturales especiales y periódicos, el propio dinamismo de nuestras ciudades constituyen un medio de primer orden cuyo potencial como recurso turístico es enorme. A pesar de ello, la cuota de mercado de España en el mercado de viajes culturales europeo es de sólo un 8%, cifra que contrasta con el 35% de cuota de mercado en el segmento de sol y playa.
Para dar respuesta a la creciente importancia del turismo cultural y de ciudad, el Gobierno aprobó el año pasado el Plan de Impulso al Turismo Cultural e Idiomático, que contiene 40 medidas estructuradas en seis grandes ejes de actuación y representa una inversión de 70 millones de euros para el periodo 2002-2004.
En esta línea cabe resaltar también el impulso a las denominadas marcas culturales temáticas, que ya se ha materializado con la firma de convenios con las comunidades autónomas que integran el Camino de Santiago y la Ruta Vía de la Plata, y con las ciudades Patrimonio de la Humanidad.