_
_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Incertidumbre en EE UU

Los datos que viene proporcionando la economía de EE UU muestran claramente que la recuperación, que tan vigorosa aparecía a principios de año, ha perdido fuelle. Lo constataron las cifras de crecimiento del PIB en el segundo trimestre, con un aumento del 1,1% frente al 5% registrado entre enero y marzo, y diversos indicadores apuntan la continuidad de esta tendencia a lo largo de julio y agosto. Pero lo que los economistas no logran aún identificar es si se trata de un frenazo temporal en el proceso de reactivación o si nos encontramos en el inicio de un cambio de tendencia de la economía estadounidense.

En los últimos meses, los indicadores de confianza de los consumidores, verdadero motor de la recuperación de Estados Unidos, han vuelto a los niveles inmediatamente posteriores a septiembre de 2001, cuando la sociedad estadounidense se encontraba bajo el impacto de los ataques terroristas. La caída constante de las Bolsas y la sucesión de escándalos financieros en grandes empresas han tenido un fuerte impacto sobre los consumidores, que ha repercutido en sus decisiones de gasto. Los bajos tipos de interés han animado al sector inmobiliario en los últimos meses, pero la construcción de nuevas viviendas ya registró un descenso en julio del 2,7%. Los indicadores adelantados apuntan una caída de las perspectivas para los próximos meses y, con el empleo renqueante, el margen de recuperación del consumo es escaso.

Las firmas de automóviles han retomado los planes de financiación a coste cero para el cliente que impulsaron tras el 11-S para reanimar las ventas y, en este caso, lo han conseguido. Empresas de ropa tan prestigiosas como Polo Ralph Lauren han tenido que recurrir a una agresiva campaña de rebajas para combatir la caída de la demanda. Un panorama que explica por qué las compañías han aplazado sus planes de inversión a la espera de tiempos mejores.

Sólo los exportadores parecen beneficiarse del clima de incertidumbre que rodea a la economía estadounidense. Los datos ofrecidos ayer por el Departamento de Comercio revelan un aumento de las exportaciones en junio derivado de la debilidad del dólar, un factor que ha favorecido especialmente a la industria tecnológica. Pero desde junio, el dólar ha recuperado posiciones frente a las principales divisas y a día de hoy no parece que la tendencia se vaya a mantener, salvo que una nueva caída de las Bolsas estadounidenses vuelva a amenazar la hegemonía del billete verde.

Este conjunto de datos avala la preocupación que transmitió la Reserva Federal en su última reunión. La autoridad monetaria decidió, entonces, mantener invariables los tipos de interés a la espera de ver con mayor claridad el rumbo que tomaba la economía. El margen de actuación de la entidad es reducido si los consumidores pierden confianza en la economía y las empresas no retoman sus planes de inversión. La incertidumbre, cuando menos, exige cautela.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_