El Gobierno holandés frena la venta de HBG pactada por Dragados
El Gobierno de Holanda ha decidido tomar cartas en el asunto de la compra de HBG, filial de Dragados, por Royal BAM, que está siendo analizado por el Servicio de Defensa de la Competencia de Bruselas. Esta irrupción del Ejecutivo de los Países Bajos provocará un retraso que puede superar el mes y medio respecto a los plazos previstos inicialmente para el cierre de la transacción.
Dragados, Royal BAM y HBG esperaban contar a estas alturas del mes con el visto bueno para cerrar la compraventa y ahora tendrán que esperar previsiblemente hasta finales de septiembre.
Dragados pactó el pasado mes de junio esta venta, con la que obtendrá unos ingresos de 715 millones de euros, 41 millones menos de lo que había pagado en abril, cuanto todavía el grupo constructor español estaba bajo el control del Santander Central Hispano, por hacerse con la empresa holandesa.
El Ejecutivo holandés ha comunicado a Royal BAM que acaba de solicitar a la Comisión Europea el expediente de concentración para que sea analizado por el Servicio de Defensa de la Competencia del país (NMA) ante la magnitud de la empresa resultante y su posición en el mercado doméstico.
Royal BAM explica en un comunicado oficial que sólo la tramitación de esa solicitud por la Comisión Europa provocará un retraso en la resolución del expediente de 15 días. Si, además, la autoridad comunitaria acepta transferir el dossier a la autoridad holandesa, la decisión se demorará por lo menos hasta finales de septiembre, añade Royal BAM. El comité ejecutivo de la empresa compradora lamenta el retraso en la formalización de la compra y se muestra confiado en el resultado final de la tramitación de la misma por las autoridades de la competencia.
Apoyo sindical
Mientras tanto, ambas empresas han recibido el visto bueno a la operación de los representantes de los trabajadores. El grupo resultante contaba a finales de 2001 con una plantilla media agregada de 38.500 personas.
La venta de HBG ha sido la decisión más importante tomada hasta ahora por el nuevo propietario de Dragados, el grupo ACS, desde que se hiciera con las riendas de la empresa el pasado mes de abril. En un plazo brevísimo, la empresa que preside Florentino Pérez encontró comprador para el grupo holandés, adquirido por su antecesor, Santiago Foncillas, apenas dos meses antes.
HBG no encajaba en los planes de Pérez para Dragados, al considerar que estaba muy diversificada geográficamente y al mismo tiempo operaba en mercados muy maduros, como los de Estados Unidos y Europa Occidental.
La urgencia en la transacción provocará esa minusvalía de 41 millones de euros, salvo que la actividad constructora de HBG cierre el ejercicio 2002 con más de 100 millones de euros de beneficio. En ese caso, Royal BAM pagará esos 41 millones.
Con HBG, que factura lo mismo que Dragados pero gana la mitad de dinero, la empresa española buscaba esquivar el acoso de sus competidores españoles, deseosos de adquirir la empresa, entrar en el rentable negocio del dragado y acceder a mercados en los que nunca había estado presente, como Estados Unidos y Centroeuropa.
BAM concentrará sus ventas en los Países Bajos
La Comisión Europea puede aplicar varios criterios para determinar cuándo un caso de fusión recae directamente dentro de la competencia exclusiva comunitaria. Uno de ellos es que las compañías que quieren fusionarse tengan un volumen de negocios conjunto a nivel mundial de al menos 5.000 millones de euros. Otro, que al menos dos de las empresas involucradas tengan unas ventas en la UE que excedan los 250 millones de euros. La unión de HBG y Royal BAM cumple con esos dos criterios, ya que el grupo resultante hubiera alcanzado una cifra de negocio de 8.533 millones en 2001.
Además, cerca del 90% de esa cifra se genera en países de la Unión Europea. Al mismo tiempo, si las compañías involucradas en una integración obtienen más de dos tercios de su volumen europeo de negocio en un sólo país, la operación de fusión puede ser analizada por las autoridades nacionales. No es éste el caso de las firmas holandesas, ya que la entidad resultante generará el 50% de sus ventas en Holanda. El Ejecutivo de ese país tendrá que aportar otras argumentaciones para tener éxito en su reclamación. En todo caso, Royal BAM reconoce que el nuevo grupo ostentará una posición de claro liderazgo en la construcción y en la obra civil en Holanda y en Bélgica. Al mismo tiempo, se convierte en uno de los 10 primeros constructores de Europa. La nueva entidad, que seguirá denominándose BAM, alcanzará, paradójicamente, una dimensión cercana a la que resultaría de una fusión Dragados-ACS.