Los consumidores europeos, a régimen
La buena vida de los consumidores europeos repercute en su cintura, que se ensancha a la vez que crece el mercado de productos de régimen, según un informe de la agencia de investigación de mercado Datamonitor. Se calcula que, en el plazo de cuatro años, los europeos gastarán 96.000 millones de euros en productos alimenticios de régimen. Este crecimiento se realizará a costa del sector de las bebidas alcohólicas, que perderá unos 5.000 millones de euros anuales como consecuencia del cambio en el estilo de vida de los consumidores.
'Los últimos 20 años han representado un periodo de transición desde un régimen muy estructurado basado en las tres comidas diarias hacia un estilo más flexible, con un aumento del consumo de calorías y un menor gasto de energía física', asegura Andrew Russell, analista de Datamonitor. 'Un tercio de los europeos se puede clasificar de obeso, según los criterios médicos, y en el año 2006 este porcentaje afectará hasta la mitad de la población. España, Italia y Alemania lideran la tendencia a engordar'.
Por otra parte, los medios de la comunicación ensalzan constantemente la imagen del 'cuerpo ideal', animando a los consumidores a que tomen conciencia de su propia silueta. Por lo tanto, ha surgido el fenómeno de 'la gestión de la figura', que no solamente estimula al consumidor a adelgazar, sino que propone el desarrollo de un cuerpo 'entonado y afilado'. æpermil;sta es una de las consecuencias que esconde el notable aumento experimentado por el gasto en bebidas y comidas tipo light, bajas en calorías.
'El concepto del cuerpo ideal está bastante extendido', advierte Russell, para quien 'esto obedece al marketing relacionado con gimnasios, dietas y técnicas de ejercicio que se ofrecen como una garantía de un cuerpo más sano y atractivo. De hecho', agrega, 'el 85% de las personas que acuden habitualmente a un gimnasio confiesa sentir remordimientos de conciencia si falta a una sesión'.
En los últimos cuatro años, más o menos desde que arrancó el despegue de este nuevo mercado, Italia ha registrado el mayor índice de crecimiento (3,7%) en el consumo de productos de régimen. España se coloca en segundo lugar, con una subida del 3,4%, mientras que los británicos y los alemanes parecen ser los que menos se preocupan por su silueta, ya que los aumentos son más moderados y se sitúan en el 1,8% y el 1,1%, respectivamente.
El consumo de productos de régimen varía según el grado de obesidad. Utilizando la medida BMI (índice cuerpo más masa), las personas se pueden clasificar como de peso insuficiente, normal u obesa. 'Las personas clasificadas como normales son las más propensas a tomar medidas para controlar su peso, a pesar de sentirse contentas con su cuerpo', destaca Russell. 'Este grupo es más activo y cuida más su régimen para mantenerse en forma. También representan el segmento más lucrativo para los fabricantes de productos de régimen', agrega, 'en la medida en que serán clientes de por vida'.
La obesidad está causando serio problemas a la sociedad. En Estados Unidos, diferentes asociaciones se plantean demandar a las compañías de comida rápida, igualando a las tabaqueras.