Rusia quiere abandonar a partir de 2003 el superávit presupuestario
El Gobierno ruso va a imprimir un importante giro a su política monetaria a partir del próximo ejercicio. Una vez que supere el pico de los pagos de la deuda externa que tendrá lugar en 2003, Moscú abandonará la política de austeridad para tender al equilibrio presupuestario, como propugna la Unión Europea, y se dedicará a aprobar rebajas de impuesto y ayudas a la inversión, como viene aplicando la actual Administración de EE UU.
La semana pasada, el primer ministro Mikhail Kasyanov, aseguró que el superávit presupuestario no será necesario una vez que se afronte el importante monto del servicio de la deuda externa que vence en 2003. A partir de ahí, Moscú apostará por las rebajas de impuestos.
El borrador del Presupuesto para 2003, aprobado formalmente la semana pasada, prevé un superávit del 0,6% del PIB para el próximo ejercicio, después del 0,53% calculado para este año.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros, Kasyanov señaló que 'tan pronto como pasemos ese periodo de altos pagos podemos empezar a redistribuir los ingresos y continuar con la reducción de la brecha fiscal para permitir al sector privado financiar los servicios que el Gobierno no realiza de forma eficiente'.
Buena parte de los superávit que ha venido acumulando el Gobierno ruso se han destinado a un fondo especial designado para el servicio de la deuda externa. Estos pagos alcanzarán su máximo importe anual en 2003, con un importe de 17.300 millones de dólares (cifra similar en euros) frente a los 14.000 millones de dólares que debe pagar este año. El monto del dinero destinado a ese fondo ronda entre el 25% y el 30% del PIB anual de Rusia.
'El superávit no es un fin en sí mismo, pero es una necesidad en cierta etapa de desarrollo económico', dijo el primer ministro. '¿Necesitamos un superávit? Sí cuando hay fuertes pagos de la deuda externa. Si no, no es tiempo de crear un superávit, sino de reducir la carga fiscal', aseguró Kasyanov.
Reducir el endeudamiento
El proyecto de Presupuesto será estudiado por el Parlamento a partir del 26 de agosto. El texto prevé un crecimiento del PIB de entre el 3,4% y el 4,4%, un tipo de cambio del rublo con el dólar de 34 unidades por divisa estadounidense (actualmente es de 31,6 unidades) y una tasa de inflación de entre el 10% y el 12%, según explicó el ministro de Finanzas Alexei Kudrin.
El ministro explicó que el proyecto presupuestario recoge la posibilidad de una emisión de bonos en euros por importe de 1.250 millones de dólares pero que no necesariamente se llevará a cabo.
'El presupuesto está diseñado con la perspectiva de no recurrir a mayor endeudamiento, pero si el mercado es tan favorable que resulta financieramente beneficioso, podemos recurrir a nuevas emisiones de deuda', dijo Kudrin.
El Gobierno calcula que los mercados le exigirán para 2004 menores tipos de interés gracias a la estabilidad presupuestaria, y entonces 'será más fácil refinanciar la deuda e incluso posible que nos olvidemos de este problema', dijo Kudrin.
El año pasado, Rusia amenazó al Club de París (que agrupa a los deudores institucionales) con suspender el pago de la deuda ante el mal desempeño económico del país y las dificultades de ejecución presupuestaria.
La venta de la petrolera Lukoil puede esperar
Las favorables perspectivas financieras que baraja Moscú han restado presión para la venta del 5,9% que el Estado mantiene en la mayor petrolera rusa, Lukoil. A principios de mes, el Gobierno canceló la venta prevista de ese tramo por considerar que el precio de las ofertas era demasiado bajo.
'Lukoil puede no ser vendida este año, tenemos un presupuesto equilibrado y suficientes ingresos incluso si no vendemos la participación hasta finales del año que viene', apuntó Kudrin, aunque apuntó su preferencia por venderlo a principios de 2003.
El Ministerio de Finanzas prevé ingresar por esta venta entre 750 y 800 millones de dólares. Según sus cálculos, las reservas para el pago de la deuda externa aumentarían, de esta forma, hasta 178.300 millones de rublos (5,7 millones de euros) en lugar de los 49.000 millones actuales.