Un fallo condena a una empresa a pagar 68.000 euros por acoso moral
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha reconocido una indemnización de más de 68.000 euros a un empleado de una empresa siderúrgica de Granada que instó su propio despido por acoso psicológico y que, en el proceso de resolución de contrato, protagonizó un intento de suicidio, informa Efe.
La sentencia condena a la empresa como si se tratase de un despido improcedente del trabajador (con casi 30 años de antigüedad) por incumplimiento 'grave y culpable' del contrato, al promover un acoso psicológico hacia el demandante por parte de la dirección, que llegó a pagar a sus compañeros para que no le hablasen.
El trabajador, tras haber llegado a ser personal de confianza de la dirección de la empresa, comenzó a ser perseguido psicológicamente cuando falleció un hijo de los propietarios por causas relacionadas con las drogas. El empleado, a quien habían confiado la tutela del fallecido, fue cambiado de puesto de trabajo, al tiempo que la dirección aireaba entre compañeros y clientes su pérdida de confianza en él, 'lo que produjo un desequilibrio emocional' en el trabajador, que unido a una personalidad 'con cierto componente paranoide', dio lugar a una primera baja por incapacidad temporal.
Durante los meses posteriores, entre vueltas al trabajo y nuevas bajas laborales, el demandante fue 'acosado psicológicamente mediante gestos, escritos e insultos verbales', acusado de quedarse con dinero, 'llegando incluso -la dirección de la empresa- a pagar a algunos empleados para que no hablaran con él y le hicieran en la empresa la vida imposible'. Tras un intento infructuoso entre empresa y trabajador para resolver la relación laboral, 'el actor fue ingresado de urgencias en el Hospital Universitario por intoxicación medicamentosa', lo que originó una nueva baja laboral 'por síndrome mixto ansioso-depresivo reactivo, situación de la que no consta que haya causado alta en la actualidad'.