Ginebra aparca la venta de coches de lujo
Philippe Batard no creía que fuera a tener problemas para vender su Porsche Boxter gris metalizado de dos años en Ginebra, una ciudad llena de banqueros adinerados. 'Tres anuncios solían ser suficientes para vender un Porsche de segunda mano', asegura, pero 'he puesto 10 y todavía no he encontrado comprador'. Batard ha elegido un mal momento. Los despidos y las reducciones de las bonificaciones tienen un efecto directo en la economía de esta ciudad de 180.000 habitantes, donde uno de cada diez empleados trabaja para una empresa financiera. La paga total que recibe al año el personal de banca es de al menos 1.380 millones de euros (2.000 millones de francos), de acuerdo con Credit Suisse.
La caída de las Bolsas significa que una quinta parte de los empleos en la banca de Ginebra puede perderse, según los analistas. La división suiza de banca privada de Barclays, por ejemplo, ha recortado un 10% su plantilla. Sigue los pasos de Union Bancaire Privée y Lombard Odier Darier Hentsch & Cie., que eliminarán 800 puestos de trabajo, una vez completadas sus respectivas fusiones.
'Un cliente me dijo que había perdido el equivalente a dos Jaguar en una mañana en los mercados', aseguró Jean-Jacques Thuner, que vende Jaguar y Range Rover en Autobritt. 'Nuestras ventas siguen muy de cerca los movimientos del Dow Jones, dado que nuestros clientes son muy activos en finanzas'. El promedio del Dow ha perdido el 13% en lo que va de año.
En los cinco primeros meses del ejercicio, las matriculaciones en Ginebra cayeron 12% en los modelos de Porsche, el 18% en los Jaguar y el 13% en los Ferrari. Por contra, en el resto de Suiza, las matriculaciones aumentaron el 5% para los Porsche, un 42% para los Jaguar y el 17% para Ferrari.
Ginebra alberga a dos de los mayores bancos privados del mundo: Pictet & Cie y Lombard Odier Darier Hentsch, con unos activos combinados de 320.000 millones de francos. También están aquí las oficinas centrales Procter & Gamble, Caterpillar y Hewlett-Packard.
En el concesionario de Thuner, las ventas empezaron a caer en abril, y muy especialmente en la franja de automóviles con precios entre 80.000 francos y 100.000 francos. El coche más caro que tiene Thuner es un Jaguar XKR Cabriolet de 150.000 francos. 'Los clientes que solían cambiar a un modelo nuevo cada tres años ahora esperan más', advierte. Para aumentar los pedidos, el concesionario ofrece a los clientes clases de conducir en circuitos de Fórmula Uno y de vez en cuando alquila un avión privado para llevarlos de visita a la fábrica que tiene Jaguar en Coventry, Reino Unido.
La misma recesión afecta a Graziella Zanoletti, fundadora de Elite Rent-a-Car.