Bonn destina 385 millones para paliar los daños de las inundaciones
El Gobierno alemán aprobó ayer un plan de ayuda por valor de 385 millones de euros para las regiones afectadas por las inundaciones que asolan el sureste del país. El canciller Gerhard Schröder visitó ayer las zonas siniestradas y precisó que, de esta cantidad, 110 millones de euros se destinarán a medidas urgentes, con créditos blandos y subvenciones a los agricultores damnificados.
Schröder, que está en plena campaña electoral, declaró que la catástrofe 'echa por tierra el esfuerzo realizado en las regiones orientales desde la unificación' y que 'el trabajo de 10 años ha quedado destrozado en una noche', dijo el canciller.
El canciller sugirió la idea de poner en marcha un segundo pacto de solidaridad para los Estados federados orientales, que daría continuidad al puesto en marcha tras la unificación del país.
Las lluvias torrenciales que caen desde hace varios días en el centro de Europa han obligado a las autoridades a evacuar a cientos de miles de personas en Europa Central y del Este (50.000 sólo en la ciudad de Praga) y se han cobrado ya al menos 100 víctimas en la República Checa, Austria, Alemania y Rumania.
Llamamientos a EE UU
El desastre provocado por las lluvias torrenciales ha hecho que algunos políticos europeos vuelvan a poner sobre la mesa la necesidad de ratificar el Protocolo de Kioto para reducir el efecto invernadero. El ministro alemán de Medio Ambiente, Juergen Trittin, lo hizo ayer y además recordó que el recalentamiento del planeta ha producido más precipitaciones y el aumento del nivel del mar.
El mensaje tiene como claro destinatario a Estados Unidos, el país más contaminante del mundo con un 25% de las emisiones mundiales de gases contaminantes. El llamamiento podría caer, sin embargo, en saco roto, porque el presidente George Bush parece decidido a quedarse de vacaciones en su rancho de Tejas mientras se celebra en Johanesburgo (Suráfrica) la Cumbre de la Tierra convocada para el 26 de agosto al 4 de septiembre.