El capital riesgo se cura en salud
Vacas flacas para las empresas europeas más jóvenes de Internet y telecomunicaciones y algo de consuelo para las biotecnológicas es el panorama que describe para este año la firma holandesa de investigación del mercado del capital riesgo Tornado-Insider.
En los primeros seis meses del año, los inversores aportaron 3.500 millones de euros en las empresas europeas de reciente creación involucradas en proyectos de innovación tecnológica y científica (las llamadas start-ups). El pinchazo de la burbuja tecnológica mantiene la confianza de los inversores bajo mínimos, porque han invertido un 48,5% menos que en la primera mitad del año pasado (6.985 millones de euros).
La retirada de los inversores ya pareció dura el año pasado, porque las start-ups percibieron 11.500 millones de euros, un 24% menos que en 2000. Pero, como señala el analista del último informe de Tornado-Insider, Timothy Weeks, lo cierto es que estos últimos dos años y medio de tendencia bajista en los mercados financieros para las empresas de la nueva economía suponen 'el periodo más activo que ha conocido el sector de capital riesgo europeo'.
De hecho, los inversores están inclinando sus preferencias hacia las empresas del sector de la salud, entre ellas, las de biotecnología. Este sector parece que será el único que consiga recabar más fondos de los inversores privados que los 1.800 millones de euros del año pasado, porque en el primer semestre recogió 943 millones de euros. Ello supone el 26% de los 3.600 millones que destinaron las sociedades de capital riesgo a todo tipo de nuevos proyectos empresariales.
El año pasado, el sector de la biotecnología se apuntó un importante ascenso, al acaparar un 15,4% de la cartera del capital riesgo, el doble que en 2000.
Caída en las 'puntocom'
Las empresas de servicios de Internet (las célebres puntocom) y de telecomunicaciones, las plataformas de comercio electrónico y las tecnológicas en general son otro cantar. La inversión media por nuevo proyecto tecnológico se sitúa este año en 8,1 millones de euros, frente a los 11,9 millones del año pasado. Las sociedades de capital riesgo han reducido a la mitad su presencia en las puntocom, a las que destinan un promedio de 3,2 millones de euros por proyecto.
Es lógico pensar que las nuevas empresas de tecnología sufren, sobre todo, una clara depreciación de su valor de mercado. Las sociedades de capital riesgo suelen aportar entre un 20% y un 30% del capital necesario para sacar adelante el proyecto empresarial.
No obstante, se puede decir que hay iniciativas innovadoras que han perdido por completo el favor del capital riesgo. Es el caso de las ideas basadas en plataformas de comercio electrónico, a las que destinaron 2.500 millones de euros en 2000, pero que este año apenas han conseguido 12,5 millones.
Quizá más preocupante sea la retirada de los fondos de capital riesgo para incubar proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), que nunca fueron muchos. Pero en los primeros seis meses del año las incubadoras apenas han recabado 27,7 millones de euros.
Por países, Reino Unido mantiene este año su puesto como destino favorito de las inversiones del capital riesgo: ha percibido 706,6 millones de euros en el primer semestre, el 19% del total. Junto con Francia y Alemania, que recibieron, respectivamente, 337 millones y 326,8, estos tres países acaparan el 38% de la inversión.
En cambio, las empresas suecas, que el año pasado disputaban el favor de los inversores que acudían a Francia y Alemania, sufren gran sequía de fondos, porque apenas han recibido 171 millones de euros.
La biotecnología gana el pulso a Internet
El sector europeo de la salud, que engloba tanto a laboratorios farmacéuticos como a empresas de biotecnología y equipos médicos, está volviendo a entrar poco a poco en las carteras de los inversores. Se trata de una tendencia mundial que se ha dado por buena a partir de que en diciembre del año pasado, al decidirse la renovación de las empresas que cotizan el índice del mercado estadounidense de valores tecnológicos (Nasdaq 100), se sustituyeron 13 compañías de telecomunicaciones, Internet e informática por ocho empresas del sector salud y cinco de otros sectores.
Frente a las puntocom, la industria de la biotecnología ofrece una mayor madurez empresarial.
En Europa, la empresa del sector que más ha levantado el ánimo de los inversores en los mercados bursátiles ha sido NaPro Biotherapeutics. En España, su gran representante es Zeltia, que desde febrero, tras la firma de un gran acuerdo con Johnson & Johnson, ha conseguido llamar la atención incluso a los analistas de Wall Street. Sin embargo, hace cuatro años, Zeltia era una gran desconocida y sólo dos firmas de Bolsa españolas reparaban en ella.
El mercado bursátil lo que más teme de este tipo de compañías es que las autoridades sanitarias no permitan la salida al mercado de un nuevo producto, lo que empeora mucho las expectativas de la compañía. Es lo que ocurrió con Imclone Systems el pasado 28 de diciembre, que vio hundida su cotización tras haber liderado las alzas en Nueva York durante los dos últimos años.