Zarpa de Algeciras el nuevo puerto de Mónaco
Ni el portaaviones o el petrolero más grande del mundo pueden medirse con todo un puerto que flota. El mayor dique flotante del mundo ha sido construido por Dragados, FCC y la francesa BEC para ampliar el puerto deportivo de Mónaco. Esta enorme plataforma larga y recta, como un tronco gigante semisumergido, saldrá mañana remolcada de la bahía de Algeciras, entre el peñón de Gibraltar, la costa de Marruecos y las propias aguas azules de la bahía.
La mole, de 354 metros de longitud, prolongará en seis hectáreas el puerto deportivo de La Condamine, en el Principado de Mónaco.
Su destino será ampliar la superficie de atraque de los barcos de recreo hasta de 200 metros de eslora que acuden en masa al Principado, especialmente cuando algún espectáculo se cuece en el pequeño territorio. Las plazas de atraque están ya alquiladas para la celebración del próximo premio de fórmula 1.
La longitud del dique duplica la altura de la Giralda y supera en 100 metros la altura de Torre España. El valor total de la obra supera los 150 millones de euros. El lugar elegido para la construcción fue Algeciras por una cuestión de tamaño. Dada la magnitud de la obra, ningún puerto del Mediterráneo podía albergarla, por lo que hubo que acudir a la capital del Campo de Gibraltar para poder disponer de calado suficiente.
El muelle supletorio albergará en su interior un estacionamiento para 400 automóviles y un almacén para embarcaciones deportivas. La estructura superior del dique alojará nuevas oficinas de la autoridad portuaria, zonas comerciales, paseos peatonales y calzadas para la circulación rodada, mientras que en el extremo norte está prevista la instalación de un faro restaurante.
Para llevar a cabo la delicada operación del traslado, pospuesta varias veces por razones climatológicas, primero se inundará la dársena, el dique construido en hormigón comenzará a flotar y, más tarde, se remolcará durante 12 días a través del Mediterráneo, a una velocidad media de tres nudos por hora, hasta llegar al Puerto de Mónaco en los últimos días de agosto.
Una vez alcanzado su destino, se unirá a tierra por una rótula metálica de 650 toneladas fabricada en las instalaciones de la empresa francesa. Los movimientos del cajón quedarán limitados gracias a unas cadenas metálicas que se anclarán a su vez en pilotes asentados en el fondo marino. Los giros que permite la rótula atenuarán el esfuerzo y el movimiento causado por el oleaje. El dique flotante tiene una vida prevista de 100 años gracias al uso de materiales escogidos. En su fabricación han trabajado un total de 700 personas.