Ahold ultima un plan para duplicar su cuota de mercado y situarla en el 15%
El grupo de distribución Ahold ha decidido apostar fuerte por el mercado español pese a que la integración de Superdiplo (adquirida en septiembre de 2000 con el fin de obtener cuota de mercado) ha sido más lenta de lo inicialmente previsto. La filial de la multinacional holandesa ha diseñado un plan de expansión con el objetivo de convertirse en uno de los líderes del segmento de supermercados y alcanzar una cuota del 15% en un plazo de cuatro años, según una reciente presentación ante analistas realizada en Amsterdam (Holanda).
Ahora, Ahold España tiene una cuota de mercado de algo más del 6%, por detrás de sus principales competidores: Mercadona (19%), Consum (grupo Eroski, con el 16%), Caprabo (8%) y El Árbol (filial de la también holandesa Laurus, con el 6,5%). Esto significa que Ahold duplicaría su actual participación en el segmento de supermercados y se situaría en el pelotón de cabeza.
La compañía, que prevé nuevas concentraciones en el sector, alcanzaría un volumen de ventas de unos 3.500 millones de euros con el 15% de cuota de mercado, ya que se espera un crecimiento del segmento de supermercados del 27% en los próximos cuatro años. Actualmente, el volumen de ventas que se mueve en este formato comercial asciende a unos 18.100 millones de euros, y para finales de 2005 se espera que superen los 23.000 millones, según fuentes del sector.
Si se añade la cifra de negocio que se realiza en otros formatos, el total del comercio de la alimentación en España se sitúa actualmente en torno a 39.500 millones de euros, pero se espera que alcance los 47.000 millones en cuatro años.
Para alcanzar la cuota de mercado prevista, Ahold planea ampliar su parque de tiendas en unas 180 y situarse por encima de los 800 establecimientos, frente a los 615 que posee en estos momentos.
Los objetivos prioritarios de la filial española se centran en el desarrollo de los supermercados de tamaño mediano y grande, es decir, con una superficie que oscila entre 700 y 2.000 metros cuadrados, y ubicados en zonas urbanas.
Otro de los formatos comerciales que la compañía espera desarrollar a medio plazo es el de hipermercados compactos, es decir, entre 2.000 y 5.000 metros cuadrados de superficie. En realidad, se trata de una adaptación del modelo que actualmente opera en Canarias y que pretende desarrollar en otras áreas geográficas, especialmente en ciudades de tamaño mediano donde existan buenas perspectivas de negocio.
No obstante, Ahold mantendrá todas sus actuales líneas de negocio en España, ya que todas ellas son rentables, aunque su peso específico en el conjunto del grupo no sea relevante, como es el caso de Netto, las tiendas dirigidas a turistas que están implantadas en el mercado canario.
Lo que de momento está descartado es la apertura de grandes hipermercados al estilo de los que tienen Carrefour, Alcampo o Eroski.
Para llevar a cabo todo este plan de expansión, Ahold España prevé realizar fuertes inversiones en los próximos ejercicios. De hecho, la compañía ya se ha comprometido a invertir el 100% del cash flow que genere este año en varios proyectos de mejora de sistemas e instalaciones y de apertura de establecimientos. Esto supondrá unos 110 millones de euros.
Ahold España no descarta el crecimiento a partir de nuevas adquisiciones.
Las difíciles compras de los holandeses
Los dos grandes grupos holandeses de la distribución, Laurus y Ahold, se han interesado de modo parecido por el mercado español. Su forma de entrar en este competitivo sector ha sido también semejante, a partir de adquisiciones que, en ambos casos, han llevado implícitas sorpresas que se han desvelado cuando se han tomado las riendas de la gestión.
Ahold, ya había hecho sus pinitos en la distribución española cuando hace dos años se decidió a pagar unos 1.200 millones de euros por Superdiplo. Su intención era ganar cuota de mercado de forma rápida y segura. La fusión, sin embargo, ha sido más difícil y costosa de lo previsto porque las últimas adquisiciones que había realizado Superdiplo no estaban completamente integradas en la red y contaban con sistemas logísticos e informáticos diferentes. Este retraso en la fusión hizo que la matriz holandesa rebajara sus previsiones de beneficio para el conjunto del grupo.
También en el caso de El Árbol, el grupo Laurus (su propietario) ha encontrado motivos de queja. Las causas han sido muy parecidas, una serie de adquisiciones rápidas y desordenadas que engordaron a la filial española pero que la hicieron poco rentable.
La polémica por los resultados de El Árbol saltaron hace unos meses cuando desde Laurus se aseguró que las pérdidas en España le obligaban a buscar un socio. El enfrentamiento entre los accionistas también vertió acusaciones sobre una supuesta exageración en las pérdidas de la filial. Hoy, El Árbol está en venta.