Seis de cada diez directivos confían en la mejora de la economía a corto plazo
Si en el primer trimestre del año casi el 70% de los más de 600 directivos de todo el mundo encuestados por la empresa Taylor Nelson Sofres (TNS) mostraba su esperanza en la mejora de las condiciones económicas, este optimismo baja ahora al 61%. La confianza se mantiene alta, aunque menos.
Según explica el director de operaciones para Europa de la consultora Deloitte, Gilbert Toppin, este relativo pesimismo sobre el comportamiento de la economía a corto plazo se debe, en parte, a 'las dudas sobre el impacto que podrían tener los últimos sucesos acontecidos en el mundo financiero', en referencia a los casos de contabilidad fraudulenta que en el segundo trimestre del año hicieron caer las Bolsas. Por territorios, los directivos de Alemania y España se muestran como los más pesimistas. Casi una quinta parte cree que la situación económica no sólo no mejorará, sino que irá a peor. Siendo el Reino Unido el país donde se ha mostrado el mayor descenso en los niveles de confianza.
El optimismo de la banca
Por contra, los directivos norteamericanos han sido los más positivos de todos los encuestados y dos tercios cree que la situación mejorará. En esta creencia se sitúan también Japón, donde ningún ejecutivo encuestado cree que la economía vaya a empeorar, y China y Corea, con los índices más altos de confianza en la mejora.
Por áreas, la encuesta destaca que los ejecutivos más entusiastas respecto al buen comportamiento de la economía son los del sector bancario y financiero. En el lado opuesto, los directivos de la industria pesada, quienes han mostrado un mayor descenso en sus niveles de optimismo, y los pertenecientes al sector turístico.
Entre los directivos más escépticos, figuran los del área fiscal. A comienzos de año, un 76% de estos ejecutivos confiaba en la mejora de la economía, ahora este porcentaje se reduce al 51%.
Para Toppin, el hecho de que la opinión general se mantenga en el optimismo 'no es sorprendente' y para justificar su opinión alude a que 'en estos momentos los tipos de interés continúan muy bajos en Europa y sobre todo en EE UU y Japón'. Asimismo, confía en que la política fiscal del Reino Unido y de EE UU sea más expansionista y que los cambios en las políticas fiscales y monetarias de Occidente contribuyan a acelerar el crecimiento.