Microsoft reconoce que su sistema Passport atenta contra la privacidad
Hace 15 días, Bill Gates reconoció públicamente que sacar adelante el proyecto .Net de Microsoft, que se lanzó hace dos años con la idea de construir una arquitectura global de servicios de la compañía en la Red, le estaba pareciendo más difícil que 'llegar a la Luna o diseñar el 747'.
Uno de los servicios fundamentales de esta arquitectura es su sistema de autentificación del usuario de Internet, llamado Passport, que Microsoft introdujo en el mercado el año pasado para permitir utilizar diversos servicios online de acceso restringido sin necesidad de tener que introducir la contraseña de usuario en cada uno de ellos. La aplicación de este servicio se incorporó en la versión más moderna del sistema operativo de la compañía, el Windows XP.
Pero el verano pasado, 13 organizaciones de consumidores presentaron un pliego de quejas contra este servicio ante la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), en el que alegaban que el Passport era un ejemplo 'de práctica comercial injusta y un fraude' para el usuario, porque le hace 'difícil, si no imposible', el control sobre el uso de la información personal que facilita a la compañía. Microsoft no había informado a los 14 millones de usuarios registrados en Passport -según datos de la consultora Gartner- de que este servicio permitía rastrear sus visitas en Internet y, lo que es peor, presentaba fallos de seguridad para salvaguardar los datos de las tarjetas de crédito, muchos de ellos, usuarios del servicio de correo electrónico Hotmail.
Ello ha motivado recientemente a las autoridades antimonopolio de Bruselas a extender al Passport su investigación sobre las prácticas comerciales de la compañía. El acuerdo de conciliación entre las partes obliga a Microsoft a refinar el sistema de seguridad para proteger adecuadamente la información de los usuarios, que deberá aplicar tanto al Passport como a otros servicios similares. Además, durante los próximos 20 años, Microsoft deberá pasar cada dos años por una auditoría independiente para renovar la certificación que avale que su programa de seguridad cumple los requisitos de seguridad acordados.
más información en la Página 36
Cuatro años en el banquillo de los acusados
Microsoft, el titán de la nueva economía, ha sido condenado oficialmente por abuso de monopolio en Estados Unidos. La compañía controla más del 90% del mercado de sistemas operativos para ordenadores personales (con Windows) y de las aplicaciones de las herramientas de trabajo usuales (Office).
En julio, la compañía renunció a atender las demandas de nueve Estados que se han negado a suscribir el acuerdo que había alcanzado con el Departamento de Justicia y otros nueve Estados, a fin de poner fin al caso antimonopolio, que dura ya cuatro largos años.
Los nueve Estados disidentes (California, Connecticut, Florida, Iowa, Kansas, Massachusetts, Minnesota, Utah, Virginia Oeste y el Distrito de Columbia) exigen que Microsoft se comprometa a compartir los códigos fuentes del sistema operativo Windows y no sólo a modificarlo para que se puedan utilizar programas de sus competidores en ciertas aplicaciones. De momento, y como muestra de buena voluntad para conseguir el acuerdo, la compañía se ha comprometido a revelar ciertas piezas de dichos códigos informáticos.
A finales de mayo, Microsoft se vio dando explicaciones a los reguladores de la Bolsa de Estados Unidos (SEC) por manipulación contable. No obstante, llegó a un acuerdo, porque su caso no era el típico de la cadena de fraudes contables registrada hasta hoy. Microsoft rebajó sus resultados, a fin de contentar a los inversores, que prefieren un crecimiento continuado de los beneficios.