Revista de Prensa

Balbuceos europeos

Mientras la atención está enfocada sobre la fea perspectiva de un 'doble descenso' de la economía estadounidense, Europa comienza a flaquear. Varios indicadores sugieren que la recuperación está perdiendo fuelle. Si la cima del ciclo ya se ha alcanzado, el crecimiento está muy pegado a los índices previos a 1999. Por una vez, la inercia del Banco Central Europeo ha ayudado (...). Europa puede vivir con una inflación ligeramente superior al objetivo fijado. Hasta que haya evidencias claras de la existencia de una recuperación sostenida, el Banco Central Europeo debe dejar los tipos invariables en el 3,25%. Si el euro se fortalece o las perspectivas de la economía mundial se van aclarando, entonces habrá llegado el momento para que el banco prepare el recorte.

La reincidencia brasileña de O'Neill

Ningún buen editorial queda sin castigo. No mucho después de que elogiáramos al secretario del Tesoro estadounidense, Paul O'Neill, por oponerse al rescate de Brasil la semana pasada, cambió de rumbo y lo refrendó (...). Las sacudidas latinoamericanas son una de las consecuencias de una década de errores en EE UU. El Tesoro de Clinton incitó a la devaluación brasileña de 1998 (...) y vendió el elixir de la austeridad del FMI de los tipos de interés flotantes e impuestos más elevados (...). Ahora la Administración Bush tiene que recoger los trozos, lo que implica contar a los brasileños que pueden prosperar sólo con una agenda en favor del crecimiento, como en Chile. El señor O'Neill se lo tiene muy creído, se las da de cajero y a menudo lo es; muy mal, se rindió tratando de hacerlo en Brasil.