El beneficio neto de Sol Meliá cae un 92,8% por la crisis del sector
La crisis del sector turístico se ha dejado sentir en el grupo hotelero Sol Meliá, cuyos ingresos han caído un 3,3% en el primer semestre del año, hasta situarse en 477,7 millones de euros. Pero lo más significativo ha sido la fuerte caída del beneficio neto, que se ha situado en 3,8 millones de euros frente a 52,65 millones del mismo periodo de 2001, lo que significa un descenso del 92,8%. El Ebitda (beneficio de explotación antes de intereses, amortizaciones e impuestos) ha sido de 105 millones de euros, un 23% menos que el año pasado.
Esta fuerte caída, tanto de resultados como de ingresos, se explica por la devaluación de las monedas latinoamericanas, la ausencia de resultados extraordinarios, la desaceleración económica de los países europeos, la disminución de visitantes americanos, el impacto del 11-S y por la caída del ingreso medio por habitación, que ha disminuido un 7,7%.
La compañía había anunciado a principios de año un crecimiento del Ebitda del 15%, una previsión que ha sido revisada a la baja y que ahora se sitúa en torno al 4%, según señaló un portavoz de la empresa.
Perspectivas para el año
Este cambio de tendencia (en la primera parte del año ha caído un 23%) se debe a que durante el segundo semestre se espera un importante crecimiento del Ebitda, ya que al compararlo con el pasado ejercicio (sobre todo con el último trimestre) el crecimiento será 'espectacular', según fuentes de la empresa. Hay que tener en cuenta que en 2001 el impacto de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York incidió de forma directa en los últimos meses del año. Por tanto, la compañía espera que los malos resultados del primer semestre se compensen con los de la segunda parte del ejercicio a pesar de que el tercer trimestre todavía registrará unos ingresos y unos beneficios regulares.
De hecho, julio y agosto han registrado un descenso de turistas en destinos como Túnez, Canarias y Baleares, aunque se ha mantenido e incluso crecido en Andalucía. La pérdida de visitantes procedentes del norte y centro de Europa se han compensado con el buen comportamiento del turismo nacional.
En cuanto a la división de la hoteles urbanos, la desaceleración económica y la menor actividad de congresos y reuniones también han contribuido a que el primer semestre se haya saldado con unos resultados por debajo de las expectativas iniciales.
Según fuentes de la compañía, en el segundo semestre del año esta división crecerá pese a que Madrid (con un descenso del 5,5% entre enero y junio) es una de las ciudades donde la caída ha sido más notoria. El resto de las ciudades españolas ha tenido un retroceso medio del 1,5%.
La gran incertidumbre es Latinoamérica, donde cuenta con 25 hoteles en Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay, ya que la situación económica y política de esos países incide directamente en el turismo vacacional y de negocios que acude a la zona. No obstante, desde Sol Meliá se prevé que los ingresos al cierre del año se sitúen en línea con los de 2001.
En el primer semestre del año, Sol Meliá ha incorporado 14 nuevos hoteles a su cartera, sumando un total de 356 establecimientos y 87.651 habitaciones distribuidas por 30 países de cuatro continentes. Además, a fecha 30 de junio, la compañía tenía firmados acuerdos con 47 hoteles, cuya incorporación se realizará en los próximos dos años.
Rebaja de la calificación
No obstante, la evolución del grupo hotelero español fue recogida con recelo por parte de la agencia FitchRatings, que ha rebajado la calificación de la compañía tanto a largo como a corto plazo. En el primer caso ha pasado del BBB+ a BBB, mientras que en el segundo pasa de F2 al F3.
Tampoco la Bolsa acogió bien los resultados de la empresa que preside Gabriel Escarrer, ya que ayer cayó un 9,89%, hasta situarse en 4,74 euros por acción.