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Luis de Guindos

'Un aumento de salarios en torno al 3% sería razonable para 2003'

Luis de Guindos conversa sobre la evolución de las previsiones económicas y sobre la progresiva pérdida de confianza de los inversores, factor que apunta como causante de la actual caída de los mercados.

Pregunta. ¿Qué es lo que más le preocupa en el escenario económico?

Respuesta. Las sombras se ciernen sobre la evolución de las Bolsas, fruto de la pérdida de confianza por los escándalos financieros. Creo que las empresas ahora harán un esfuerzo para presentar cuentas muy transparentes, con lo que se pondrán las bases para una recuperación. La gran mayoría de las malas noticias ya se ha descontado. Es algo parecido a lo que ocurrió tras el 11-S. Las empresas aceleraron los ajustes previstos y en diciembre ya se empezó a traducir en una recuperación del crecimiento económico.

'Tendremos que preocuparnos por el diferencial de inflación si empieza a repercutir en el crecimiento y en la cuota de mercado exterior'

P. ¿Las Bolsas retrasarán la recuperación?

R. En las primeras fases de una recuperación las Bolsas siempre han tirado muy fuerte. Eso no ocurre ahora por la crisis de confianza. Cuando se corrija, todo cambiará. Los fundamentos económicos son ahora mejores que los que teníamos hace seis o nueve meses. Sin duda. En Estados Unidos se ha generado un movimiento muy positivo en busca de mayor transparencia. No creo que haya habido un fraude contable generalizado en ese país.

P. ¿Y la inflación?

R. Es el principal problema de la economía. En los próximos meses seguirá volátil. Tenemos un diferencial con Europa de 1,5 puntos, cuando en los últimos años ha estado en un punto. Es el precio que pagamos por crecer más que la media europea y por tener unos precios inferiores, sobre el 80% de la media europea. Tendremos que preocuparnos por el diferencial de inflación si empieza a impactar en el diferencial de crecimiento económico y en la cuota de mercado exterior, algo que no hemos visto por el momento. Para que el IPC no acabe afectando a la competitividad, se debe actuar sobre la política presupuestaria (manteniendo el equilibrio fiscal) y sobre los mercados de bienes y servicios y trabajo con reformas estructurales.

P. ¿Que previsiones manejan para 2003?

R. El cuadro macro es muy similar a las previsiones del Programa de Estabilidad. Un crecimiento económico del 3%, un aumento del empleo por encima del 1,5%. Un deflactor del consumo privado cercano al 2,5%. La recuperación está siendo moderada y depende también de la reactivación en EE UU, que puede crecer al 3% a final de año, y de Europa.

En España estimamos que el segundo trimestre haya sido muy parecido al primero, con un crecimiento del PIB del entorno del 2%. En la segunda parte del año habrá una aceleración, con un crecimiento medio cercano al 2,5%. En el conjunto del año estaremos muy próximos al 2,2% previsto de media. Para 2003, la Seguridad Social será un buen colchón para conseguir el equilibrio presupuestario y compensar el déficit del Estado.

P. ¿Y la inversión?

R. Es el componente que peor se ha comportado durante la desaceleración de 2001, en parte por estar ligado al sector exterior. Se ha estabilizado, a pesar de que seguimos en tasas negativas.

P. ¿Los tipos de interés de hoy son los adecuados?

R. Las condiciones monetarias son holgadas. El problema de Europa es que la demanda interna no tira, no por tipos de interés, sino porque hay problemas estructurales, en los mercados de trabajo, de bienes y servicios.

P. ¿Es prioritaria la reforma de los convenios?

R. El Gobierno ha sido claro. El acuerdo de 2002 entre sindicatos y empresarios fue positivo, acorde con la estabilidad de precios y el incremento de la productividad. Le damos un valor importante. Ellos son los protagonistas de la reforma de la negociación colectiva. El Gobierno da un marco general, pero ellos tienen que concretar las condiciones.

Pero es importante corregir los defectos. La normativa de la negociación colectiva es de hace 20 años, aunque se ha ido perfeccionando. Ellos son los primeros que tienen que hacer propuestas.

P. ¿Qué es más prioritaria para el Gobierno, la moderación salarial o la reforma de los convenios?

R. Ambas son importantes. En esto tienen mucho que decir los interlocutores sociales. La moderación salarial facilitaría la creación de empleo. El entorno del 3% de alza de salarios parece razonable que se mantuviera en 2003, ya que sería compatible con continuar con el proceso de creación de empleo sin pérdida de poder adquisitivo.

P. ¿Qué está dispuesto el Gobierno a negociar en la tramitación parlamentaria de la reforma de las prestaciones por desempleo?

R. Queremos que los sindicatos hagan propuestas, no que se limiten a pedir su retirada. El Gobierno está dispuesto a estudiarlas.

P. ¿En salarios de tramitación?

R. Yo no me fijaría en un aspecto concreto. El objetivo es conseguir el pleno empleo, y para ello es necesario mejorar el mercado laboral.

P. ¿Qué más reformas laborales están pendientes?

R. El Gobierno seguirá con las reformas en el mercado de trabajo. Sigue sobre la mesa la formación continua, la seguridad en el empleo y la negociación colectiva.

P. ¿Y la movilidad geográfica?

R. Lo importante es conseguir un parque de viviendas suficiente y mejorar su acceso. La oferta de viviendas se ha incrementado a un ritmo de cerca de 500.000 por año en los últimos ejercicios. Hay que canalizarla, en parte que vaya a alquiler, y analizar cómo la fiscalidad sobre el suelo está incidiendo en el precio de la vivienda.

P. ¿Va a ver pinchazo inmobiliario?

R. El contexto macro de España hace que las fluctuaciones de las variables económicas sean menores ahora que en ciclos anteriores, en los que todo era más explosivo, desde las divisas hasta los tipos de interés. En los próximos meses veremos una evolución de precios más moderados y sin que haya pinchazo inmobiliario.

'El mercado premiará la transparencia'

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis de Guindos cree que el Gobierno ha reaccionado con prontitud a la ola de pérdida de confianza en la contabilidad de las empresas que llega desde Estados Unidos. 'Hemos establecido', señala, 'la rotación de auditores por norma, creando comités de auditorías para empresas cotizadas y una comisión de expertos en defensa de los pequeños inversores; hemos introducido más transparencia en las relaciones comerciales entre los bancos de inversión y las empresas cotizadas'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, De Guindos advierte del peligro de caer en una sobrerregulación, y no es partidario de establecer duras medidas ejecutivas. 'Es más importante que las empresas y los consejos de administración se convenzan de la importancia de contar con códigos de conducta adecuados, más que el Gobierno lo imponga desde la regulación. Las primeras que deben darse cuenta son las empresas. Algunas ya han reaccionado, como los grandes bancos españoles'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El secretario de Estado de Economía asegura que el Ejecutivo debe proteger al pequeño inversor y garantizar la transparencia en el gobierno de las empresas: 'Que la información fluya'. 'A partir de aquí', subraya, 'a quien lo haga bien el mercado le premiará, y a quien lo haga mal le colocará una prima de riesgo; los propios inversores lo harán'. 'Estoy seguro de que los mercados premiarán a las empresas cuando sean transparentes y prudentes en sus estados contables', explica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En este sentido, De Guindos defiende los próximos cambios que se introducirán en la ley de opas, que perseguirán, en primer lugar, criterios objetivos, 'que no haya margen para la discrecionalidad'. 'Y se complementarán con elementos que permitan identificar cuándo se puede entender que existe un control real de una compañía por otra, más allá de un simple porcentaje concreto de capital'.

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