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Opciones de venta

Gigantes atrapados por viejas compras

AOL Time Warner, France Télécom, Vivendi, Verizon... Las mayores empresas tienen pendientes desde la época de la 'burbuja' opciones de venta de participaciones que suponen más de 18.100 millones de euros

Algunas de las grandes empresas del sector de las telecomunicaciones e Internet todavía están atrapadas por las operaciones de compra del pasado. En la época de la burbuja, muchas de estas compañías concedieron a los dueños de las firmas que adquirían unas opciones de venta (put options, en sus siglas inglesas) de sus participaciones para el futuro.

Una fórmula utilizada en los mercados financieros por los más adiestrados inversores para asegurar ganancias, pero cuyo uso se generalizó por parte de las firmas a la hora de materializar las compras. Las compañías buscaban crear vínculos y asegurarse una propiedad que, con el tiempo, ha traído un coste que pone en peligro su propia viabilidad y que, por supuesto, ha paralizado absolutamente las inversiones.

Sólo para este año, el gasto comprometido en estas opciones en el sector tecnológico supera los 18.111 millones de euros. Algunas se han ejecutado ya y otras se harán efectivas en los próximos meses. 'Esto ha supuesto y va a suponer un grave problema de liquidez con un alto riesgo para las estructuras de las empresas', afirma un experto de Standard & Poor's.

Durante el mes de julio, AOL Time Warner ha tenido que pagar a Bertelsmann el segundo plazo de los 7.500 millones de euros pendientes de la opción de venta a su socio estadounidense que el grupo germano tenía sobre su participación del 49% en AOL Europe. Cerca de 1.500 millones tras el abono inicial realizado en febrero pasado de 6.000 millones.

Pero ¿por qué este gigantesco pago? La respuesta parece sencilla. Cuando AOL Time Warner y Bertelsmann firmaron su alianza durante la segunda parte de la década de los noventa (exactamente en 1995), los primeros concedieron a los segundos una opción de venta sobre su participación en AOL Europe en caso de que quisieran deshacerse de ella. Pero, lo que es peor, a un precio prefijado entonces y muy superior a los que actualmente tienen las empresas de Internet en los mercados financieros. 'El precio que ha pagado AOL por el 49% de AOL Europe es infinitamente superior al actual, que no sería mayor de 1.000 millones de euros, vistos los actuales precios de las firmas de Internet', dice un gestor de fondos español. Un informe de la agencia de calificación Moody's define esta operación de 'astuta en el calendario de ejecución' y recuerda que las actividades de Bertelsmann en Internet le provocarán unas pérdidas de 1.000 millones de euros hasta diciembre de 2002.

En este contexto, algunos analistas son claros al señalar que esta operación ha condicionado en gran medida la actividad de AOL durante este año. Para empezar, tuvo que hacer unas emisiones de deuda en una época muy mala, es decir, tuvo que elevar la rentabilidad para poder colocar el papel, que en buena parte se realizó en los mercados europeos.

Y lo que es peor, ha tenido que paralizar inversiones en otras filiales, como es el caso de AOL Latin America, o pensarse muy mucho la adquisición de otras, como el 25% de Time Warner Entertainment (TWE) que está en poder de AT&T. De no llegar a un acuerdo, esta última se deshará de sus acciones de TWE mediante una OPV.

Pero no es sólo AOL Time Warner. Algunas de las principales operadoras de telecomunicaciones del mundo están en situaciones similares y todavía andan pagando sus faraónicas adquisiciones realizadas durante la época de la burbuja tecnológica. France Télécom, Vivendi, Telecom Italia, Verizon... Y muchísimas otras.

Quizá la operadora francesa sea el caso más significativo. La fórmula de la put option le vino bien para pagar la compra de Orange a Vodafone porque todavía eran buenos tiempos, cuando los bancos aún extendían créditos.

Ahora es muy diferente. En las últimas semanas, France Télécom se ha visto obligada a comprar a la eléctrica Eon el 45% que poseía en la operadora suiza Orange Communications por 950 millones de euros. Los galos habían concedido a los germanos una opción de venta que finalizaba en junio de 2002, pero, lo que es peor, a un precio, según los analistas, un 64% por encima del actual.

Y no quedan ahí las cosas. Sólo unos días después, France Télécom adquiría a una serie de bancos su participación en la compañía estadounidense de redes de antenas Crown Castle por 457 millones de euros. Sucedía lo mismo que con Orange Communications. El precio establecido en la opción (con fecha de 2000) era de 28,5 dólares por título, cuando estas acciones tienen un precio en la actualidad en torno a los cuatro dólares. Precios de época boyante para momentos de vacas flaquísimas.

Pero no acaban ahí las desgracias para Michel Bon, presidente de France Télécom y del que muchos accionistas empiezan a pedir la cabeza. Para empezar tiene pendiente una opción con los accionistas de la alemana Mobilcom (sociedad amenazada de quiebra) que podría obligarle a realizar un desembolso de hasta 5.000 millones de euros. La negociación con los bancos acreedores de Mobilcom se encuentra pendiente.

Y hay más. En un comunicado enviado el pasado 28 de junio a la organismo que regula los mercados financieros en EE UU (SEC), la operadora reconocía que algunos bancos cuentan con una opción de venta sobre una participación en la cablera británica NTL, actualmente en suspensión de pagos. De no haber acuerdo, estas entidades financieras podrían vender las acciones de NTL a France Télécom por un importe de 1.100 millones de euros. Las trampas todavía van a perdurar en el tiempo. 'Con ese coste es imposible que France Télécom pueda invertir en su expansión en nuevos negocios', sentencian fuentes del sector. Moody's pedía hace días en un informe la intervención del Gobierno galo en la telefónica dado su carácter de accionista mayoritario. Es decir, al final los poderes públicos tendrán que afrontar los desmanes empresariales.

Pero esta tensión sobre las opciones también se extiende a su gran rival francés, Vivendi Universal. La nueva dirección que encabeza Jean-Rene Fourtou deberá hacer frente a algunas de las aventuras de su sucesor, Jean-Marie Messier. De aquí a diciembre la compañía tendrá que afrontar opciones de venta por más de 1.200 millones de euros, algunas vinculadas al operador francés Cegetel y otras a sociedades como USA Networks y MP3.com (comprada al fondo de capital riesgo Sequoia Capital), adquiridas el pasado año. En el caso de la primera, cuya opción está firmada contra los ferrocarriles franceses, SNCF, podría evitarla si se deshace de su participación del 44%, pero la operación no será tan rápida.

Según la mayoría de analistas, Vivendi Universal va a tratar de negociar estos pagos al igual que su deuda. Dependerá de la voluntad negociadora de sus socios. En algunos casos ha habido éxito. Por ejemplo, a principios de este año, Telecom Italia logró rebajar un 19% (de 4,2 a 3,4 euros) el precio de las opciones de venta firmadas en diciembre de 2000 que JP Morgan Chase tenía sobre sus participaciones en Seat Pagine Gialle, filial de Internet y páginas amarillas de la operadora transalpina. Además, Telecom Italia logró alargar el periodo de ejecución hasta 2005 y evitar un drástico pago de 569 millones de euros que iban a lastrar sus resultados de 2003 y frustrar posibles nuevas inversiones.

Sin embargo, otros no tuvieron tanta suerte y cayeron víctimas de las put options. Kirch vio como el grupo del magnate australiano Rupert Murdoch, News Corporation, ejercía una opción de venta sobre su 22% de KirchPayTV, que, con un importe próximo a los 1.500 millones de euros, suponía el estrangulamiento financiero definitivo para el primer conglomerado audiovisual germano, que no pudo hacer frente a dicho pago al carecer de los fondos. ¿La más famosa? Quizá. Aunque podría ser desbancada si en algún momento Vodafone ejerce la opción de venta de su 40% en Verizon Wireless a Verizon, nada menos que 20.000 millones de euros.

De todas maneras, en este punto algunos observadores alertan de que algunas de las más grandes empresas tecnológicas de EE UU tienen pendiente el pago de muchas de las adquisiciones realizadas a través de un canje de acciones a un precio determinado. 'Cisco Systems, Lucent, EBay, Amazon, Sun Microsystems... el listado es amplio', dice un analista en Londres que no quiso ser citado.

La burbuja tecnológica se pinchó. Sin embargo, sus consecuencias aún no han concluido. Grandes grupos mundiales están pagando aún los excesos del pasado, quizá fruto de la especulación. Y mientras, la inversión seguirá paralizada.

La amenaza cae sobre empresas estadounidenses

 

 

El primer aviso lo dio la agencia de calificación de riesgo Moody's a finales del pasado mes de junio. En un comunicado advertía que la operadora estadounidense Verizon podría tener que pagar 20.400 millones de euros a Vodafone si esta última decide ejercer la opción de venta que tiene con su socio sobre el 40% de Verizon Wireless (el otro 60% está en poder de Verizon).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La agencia de calificación de riesgo mantenía su perspectiva negativa sobre la deuda de la compañía. Y no acaban ahí los malos augurios para Verizon porque Standard & Poor's también rebajaba su perspectiva al nivel de negativo.

 

 

 

 

 

 

 

Muchos analistas señalan que para este año Verizon todavía tiene pendiente la amortización de emisiones de deuda por una cifra total superior a 18.000 millones de euros. Es decir, se duplicarían los pagos que ha de afrontar la operadora estadounidense.

 

 

 

 

 

 

 

Los problemas comenzaron en el mes de abril, cuando ambos socios decidieron parar la colocación en Bolsa por culpa de la inestabilidad de los mercados, en especial en el segmento tecnológico. Era la enésima vez que paralizaban su intención de cotizar en los mercados financieros.

 

 

 

 

 

 

 

De momento, Verizon ha respondido que Vodafone no quiere abandonar Verizon Wireless, aunque algunos analistas citados por Multex Investors han advertido del riesgo.

 

 

 

 

 

 

 

Si eventualmente Vodafone necesitara dinero para afrontar nuevas compras, consideradas estratégicas por sus ejecutivos, la situación cambiaría sin duda alguna.

 

 

 

 

 

 

 

¿Ejercería su opción de venta del 44% de la francesa Cegetel a Vivendi Universal, por ejemplo? En los últimos días ya se valoraba esta sociedad en cerca de 7.600 millones de dólares, una cifra nada despreciable.

 

 

 

 

 

 

 

No obstante, otras compañías se han adelantado a que sus socios ejercieran una peligrosa opción de venta, en muchas ocasiones imposibles de afrontar. La canadiense BCE decidió comprar el 20% de Bell Canada en poder de SBC antes que ésta ejerciera la opción de venta, situación que, según un informe de Scotiabank, se hubiera tornado más peligrosa ante la impredecible evolución de los valores.

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