Revista de Prensa
Compromiso regional frente a la crisis
La II Cumbre de presidentes de América del Sur, reunida el fin de semana pasado en Guayaquil, otorgó una momentánea malla de contención y un oportuno respiro a Gobiernos sumergidos en graves crisis. Sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de los países que conforman los dos bloques regionales suramericanos; el Mercosur y la Comunidad Andina. Superada la previsión de que podrían evitarse los llamados efectos contagio, todos tuvieron oportunidad de intercambiar y compartir la misma situación, caracterizada por la extrema vulnerabilidad de las economías y los estados nacionales para afrontar los desafíos (...). El mensaje (...) fue unívoco: priorizar la integración como elemento clave para la negociación del ALCA y denunciar las prácticas proteccionistas de los países desarrollados (...). El documento final promueve más de un centenar de proyectos en áreas determinadas como infraestructuras, transporte, telecomunicaciones, energía y seguridad. Pero el acuerdo político más nítido es la decisión de negociar la constitución del ALCA, que promueve Estados Unidos (...). El consenso de Guayaquil coincidió con dos señales de los Estados Unidos que pueden resultar beneficiosas: la media sanción a la Autoridad de Promoción Comercial, que habilita la 'vía rápida' para poder negociar acuerdos sin el paso previo por el Congreso, y el Acuerdo de Preferencias Andinas, que otorga ventajas arancelarias a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. El impulso a un alicaído proceso de integración y el gesto demostrativo de sostener políticas y negociaciones conjuntas es lo que debe destacarse como aportes de este importante encuentro.
Cuentas suizas
Tiempo atrás, tener una cuenta en Suiza era una demostración de opulencia, una sospecha de dinero mal conseguido o las dos cosas a la vez. El sistema de sigilo bancario de dicho país era virtualmente hermético. Con el tiempo (...), el sistema suizo se fue flexibilizando hasta que en la actualidad, sin dejar de ser riguroso (...), puede obtenerse información sobre la titularidad del dinero sucio y hacer efectivo su rescate. (...). Hoy el delito a gran escala no está seguro en ninguna parte. Ya son muchos los casos conocidos de detección de cuentas suizas multimillonarias, como ocurriera con el entorno del ex presidente de México Salinas de Gortari, por ejemplo. Hoy nos vamos a referir a otro que trascendió recientemente en el Río de la Plata, donde se está haciendo famosa una cuenta que se le ha encontrado en el país helvético al ex presidente de Argentina y proyecto de candidato a repetir su asiento en el sillón de Rivadavia, Carlos Menem. Menem, quien se caracterizaba por su impavidez mientras las bombas de la corrupción hacían estragos en el ámbito de sus más íntimos colaboradores y familiares, negó siempre la tenencia de cuentas en el exterior. Particularmente, atribuye a una campaña malintencionada en contra de sus aspiraciones presidenciales, una denuncia recogida por The New York Times (...). Pero sin embargo, ante el peso de las evidencias, no tuvo más remedio que reconocer la existencia de una cuenta en Suiza a su nombre y el de su primera esposa, por la suma de 200.000 dólares, que atribuyó ser la consecuencia de una indemnización del Estado en 1986 por su privación de libertad durante la dictadura, suma que con el correr del tiempo se multiplicó por tres. 600.000 dólares sería entonces el saldo actual de la cuenta, lo cual habrá de convenirse que, en comparación con otras situaciones conocidas, es una bicoca. No importa entonces el monto (...). Lo más reprobable es que un jefe de Estado tenga o haya tenido su dinero en el exterior en lugar de depositarlo en bancos de su país (...). En un país tan traumatizado e imprevisible como la Argentina, no es seguro poder vaticinar que, ante esta comprobación, la suerte de la candidatura presidencial de Menem esté sellada como lo estaría en otros países donde predominan determinadas normas de principio sobre cuál debe ser la ética gubernamental en la mentalidad de los electores. Lo cierto es que a Menem le han descubierto dinero escondido y que una vez más se han abierto goteras en la antes invulnerable alcancía suiza.
El País. Montevideo