El beneficio de Gamesa sube un 25% gracias al negocio eólico
La compañía controlada por Corporación IBV apuesta en 2002 por un crecimiento de los resultados netos del 25%, en línea con la subida del semestre, ante 'la situación actual de sus negocios', centrados mayoritariamente en el mercado eólico. En este sector, la producción de aerogeneradores es su división estrella, puesto que en el primer semestre de este ejercicio ha aportado el 52% de las ventas totales del grupo vasco y casi el 69% de los resultados netos consolidados.
Por este motivo, el grupo de energías renovables controlado por BBVA e Iberdrola compró el 100% de esta división a la multinacional danesa Vestas (tenía el 40%) y a Sodena, la sociedad del Gobierno de Navarra que controlaba el 9%. En ambas adquisiciones se gastó más de 350 millones y se desató del convenio con Vestas que le impedía vender aerogeneradores en todo el mundo.
Más contratos
Ahora, participada al 100% por el grupo de IBV, Gamesa Eólica ganó 20,9 millones netos hasta julio, un 42% más, mientras que las ventas crecieron un 7% al contabilizar 202,9 millones. El volumen de facturación crecerá espectacularmente para fin de año, puesto que el 60% de los pedidos en marcha se completarán en la segunda parte del ejercicio, según los cálculos de Gamesa.
En cuanto a la promoción de parques eólicos, integrada en la división Gamesa Energía, los beneficios aportados al grupo alcanzaron los 8,8 millones después de impuestos, un 219% más. La evolución de las ventas también fue muy importante, en este caso, del 151%, al facturar 56,1 millones de enero a junio pasado.
Gamesa informó ayer que tiene 300 MW de potencia eólica en construcción. Además, esta división es una de sus principales vías de desinversión, ya que el grupo de Vitoria tiene vocación de promotor, no de operador energético, según adelantó a principios de año. En esta línea, la corporación de BBVA e Iberdrola ha vendido a la eléctrica el parque eólico de Treito (A Coruña). Esta operación no está incluida en el balance del primer semestre y se contabilizará el tercer trimestre con el consiguiente impacto positivo en las cuentas de la sociedad vasca.
Otra de las divisiones, Gamesa Servicios, la de menor tamaño, aportó al grupo unos beneficios netos de 2,3 millones que duplicaron los del mismo periodo del año anterior. Sus ventas crecieron un 56%, hasta 79 millones. La actividad de servicios avanzados del grupo está ligada al ritmo de instalación y mantenimiento de parques eólicos por parte de la propia Gamesa.
Por último, el negocio aeronáutico fue el único de Gamesa que contabilizó retrocesos en el primer semestre por los efectos negativos del 11-S y que en el caso del grupo vasco provocó caídas del 31% en la facturación, hasta 121,4 millones. Pese a esto, los beneficios netos de esta área crecieron un 25%, hasta 15,4 millones, pero porque en 2001 Gamesa tuvo que provisionar nueve millones por el programa del avión SJ30-2 de Sino Swearingen.
De todas formas, Gamesa está a punto de segregar sus activos aeronáuticos, para trasladarlos a Corporación IBV (que ya acogió en su día sus activos en automoción). Finalmente, las fábricas de componentes aeronáuticos de Gamesa formarán parte del proyecto Alerion, que también integrará las plantas de ITP y a nivel accionarial unirá a Sener, SEPI, IBV y, probablemente, a Rolls Royce.