Brasil busca un acuerdo rápido con el FMI para devolver la confianza financiera
Brasil aceleró hoy sus negociaciones con el FMI en pos de un acuerdo rápido que devuelva la confianza a los mercados financieros, pero los candidatos para las elecciones presidenciales de octubre advirtieron que un nuevo préstamo sólo diferirá los problemas derivados de la crisis.
El presidente Fernando Henrique Cardoso, quien según fuentes del gobierno pidió acelerar las discusiones para alcanzar un acuerdo con el Fondo antes del 12 de agosto, atribuyó la turbulencia financiera a las debilidades del sistema internacional.
"La hecatombe, la incertidumbre financiera global, de un día al otro puede hacer que países sólidos se enfrenten a momentos difíciles", dijo Cardoso durante un acto oficial.
La expectativa de que Brasil alcance un pronto acuerdo con el FMI y fuertes intervenciones del Banco Central hicieron retroceder al dólar frente al real por primera vez en esta semana.
La cotización se ubicaba en torno a 3,30. El miércoles cerró con un alza del 5,15 %. Esta ha sido una de las semanas más negras para la moneda brasileña desde que fue introducida, en 1994.
El ministro de Desarrollo e Industria, Sergio Amaral, pidió a sus compatriotas que tengan confianza en la economía frente a la crisis y le lanzó la responsabilidad a los candidatos presidenciales.
"Estamos viviendo una inestabilidad económica que se expresa en la depreciación de nuestra moneda. Una de las razones es el proceso electoral", dijo Amaral, citado por la Agencia Brasil (oficial).
Los candidatos "están siendo muy ambiguos y quien invierte necesita tener estabilidad en las reglas", afirmó.
Pero la oposición, que ha prometido cambiar la política económica, aunque ha dicho que respetará los acuerdos ya suscritos por Brasil, advirtió que un acuerdo con el FMI no es suficiente para resolver los problemas del país.
"Lo que me gustaría es que buscásemos otro remedio y no que dependiésemos del FMI", dijo el candidato Luiz Inácio Lula Da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y segundo en las encuestas.
"Si tomamos ahora 10.000 o 15.000 millones de dólares, éstos pueden durar cuatro o cinco meses, si no hiciéramos lo que se tiene que hacer", dijo Lula, citado por la Agencia Estado.
El PT puso en duda la efectividad de un acuerdo que no vaya acompañado del restablecimiento del crédito para el sector privado.
El principal asesor de Lula en materia Económica, Aloizio Mercadante, dijo que el acuerdo con el FMI sólo va a diferir los problemas derivados de la crisis, y a la larga "será una bomba de efecto retardado para el próximo Gobierno".
"Si la crisis económica y financiera del país continúa evolucionando, habrá moratorias en los pagos de las deudas del sector privado", pronosticó.
El FMI, por medio de su portavoz Thomas Dawson, observó en Washington que hay "cierta urgencia" por parte de Brasil.
También ratificó que un eventual acuerdo deberá ser respaldado por los candidatos presidenciales, que deberán comprometerse a "mantener políticas básicas a cambio de la asistencia financiera" que debería extenderse hasta 2003.
El candidato Ciro Gomes, favorito para ganarle a Lula por estrecho margen en una segunda vuelta, reiteró que "bajo ninguna hipótesis" firmará acuerdos con el FMI.
"No me pidan compromisos con una política económica equivocada que produjo 11,7 millones de desempleados", afirmó.
Al referirse a la misión negociadora ante el FMI, Gomes argumentó que "dentro del modelo ruinoso de economía", el gobierno "necesita conseguir dólares con gran prisa".
"Si no, podemos caer en una presión inflacionaria muy seria, además de una explosión en la deuda interna", agregó.